La Policía Nacional detuvo anoche, en una vivienda de Zaragoza, al presunto agresor de una médica durante una atención a domicilio efectuada el pasado viernes.

Fuentes del cuerpo policial informaron sobre esta detención, que se produce, por tanto, 48 horas después de los hechos y de la denuncia que de ellos derivó.

Las mismas fuentes añadieron que están a la espera de recabar más datos, como si la vivienda en la que el presunto agresor fue detenido es o no su residencia.

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) había denunciado que una facultativa fue amenazada con un cuchillo, agredida y retenida durante unos 45 minutos por un paciente en el transcurso de una atención prestada a domicilio en Zaragoza.

Los hechos, que fueron formalmente denunciados ante la autoridad policial, tuvieron lugar en torno a las 14:30 horas del pasado viernes, cuando el servicio recibió un aviso habitual de atención a domicilio, al que la médica acudió sola, según confirmó el presidente autonómico de Semergen, el doctor Antonio Pablo Martínez Barseló.

El doctor rehusó ofrecer más datos sobre la agredida, ya que aunque la misma está descansando en su casa, se encuentra todavía en estado de shock y aún no había podido hablar directamente con ella, por lo que desconoce más detalles sobre lo sucedido.

Según los datos que han trascendido, fue la doctora la que logró escapar del domicilio por sus propios medios y avisar a los vecinos, que fueron quienes llamaron a la Policía antes de que la afectada fuera trasladada al hospital.

Martínez Barseló calificó de "vergüenza" la situación a la que se tienen que enfrentar muchos médicos de Atención Primaria, que acuden solos a domicilios en los que "nunca sabes qué te puedes encontrar, y más una mujer", señaló.

Aunque este es el hecho más grave que recuerda recientemente, el doctor aseguró que sí tiene constancia de que se han producido amenazas y agresiones menores y que es necesario que esto lo conozca la opinión pública para poner un remedio que, cree, sería sencillo, dado que los profesionales llevan un dispositivo GPS que permite tenerlos localizados en todo momento.

No obstante, recordó que hace pocos días otro médico fue brutalmente golpeado en la cabeza con una barra de hierro en Toledo, donde atendía en su domicilio a un padre por una agresión de su hijo, quien hizo lo propio de nuevo con el doctor, que acabó en estado crítico y aún no se ha recuperado.