Catalín C., el acusado de prender fuego a su pareja tras rociarla con gasolina en el barrio almeriense de la Vega de Acá, causándole quemaduras en el 70 por ciento del cuerpo, ha sido condenado hoy a 6 años y 9 meses de prisión tras reconocer hoy la autoría de la agresión.

La sentencia ha sido dictada ''in voce'' y declarada firme durante la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia Provincial tras el acuerdo alcanzado entre defensa, acusación particular y Ministerio Público, por el que se ha rebajado la pena inicial de 22 años que se pedían para el procesado.

Finalmente le ha sido impuesta una pena de un año y 9 meses por un delito de malos tratos habituales y 5 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, con la agravante de parentesco y la atenuante de reconocimiento de los hechos.

Aunque el fiscal ha mantenido su petición de 8 años de orden de alejamiento respecto a A.S.B., la víctima, ha retirado su solicitud de pago de indemnizaciones por los hechos y por posibles malos tratos previos porque la mujer ha defendido que todo fue un "accidente" y que no sufrió violencia machista.

De hecho, aunque Catalín C. ha reconocido por completo lo ocurrido en abril de 2016, A.S.B. ha dicho a los medios antes de la vista oral que lo denunció por que así se lo aconsejaron unos amigos para obtener una "ayuda".

"Me dijeron que me iban a dar una ayuda y por eso lo culpé, pero es inocente. El incendio empezó de una vela (...) no hubo malos tratos (...) los amigos me aconsejaron que le echara la culpa y por eso lo culpé"; ha dicho.

La mujer ha relatado que esa noche, "cuando pasó lo que pasó" y comenzó el fuego en la chabola, Catalín C. la cogió en brazos y le tiró agua encima.

Finalmente ha quedado probado a raíz de la declaración del procesado que éste mantuvo una relación de pareja análoga a la conyugal durante el año 2015 hasta abril de 2016 con A.S.B., con la que convivía en una chabola ubicada en el descampado alto en Camino de la Goleta aledaña al club de natación de Almería.

El acusado vino "ejerciendo en dicho domicilio, reiterada violencia física y psíquica contra ella", de forma que durante este tiempo mantuvo "un severo control hasta el punto de prohibirle hablar con otras personas, con las vecinas y su familia".

El hombre le rompió en varias ocasiones el teléfono móvil a la víctima, con la que tenía una actitud de desprecio expresándole continuamente frases como "te acuestas con otros", "puta", "vagabunda", "no vales para nada", "no tienes donde caerte muerta".

También le decía frases intimidatorias tales como "si te vas de casa te mato", y tiraba los enseres de la vivienda, y mantenía una "constante conducta de agresividad con ánimo de quebranto físico, lanzándole puñetazos, empujones y bofetadas, sin que tuviera asistencia médica".

De esta forma, sobre las 22:48 horas del día 2 de abril de 2016, dentro de esa "espiral de agresividad", cuando ambos se encontraban en la mencionada vivienda cogió una garrafa de plástico que contenía gasolina para el suministro de un generador de electricidad.

"Con el propósito de acabar con la vida" de la víctima la roció con dicho combustible para "seguidamente lanzarle una llama de fuego, sabiendo que prendería inmediatamente la ropa que ésta vestía, así como la vivienda consistente en una chabola construida con palés de madera en las paredes y tela en el techo".

Añade la Fiscalía que el fuego se propagó inmediatamente hasta el punto de "quedar totalmente calcinada la casa, el cobertizo donde resultaron carbonizados varios animales y los aledaños donde se encontraba durmiendo un amigo de la pareja, dándose a la fuga".