La Audiencia de Pontevedra condenó a un entrenador de un equipo de fútbol a 18 años de cárcel por abusos sexuales de forma continuada sobre una jugadora, que empezaron cuando ella tenía 14 años, y a otros nueve meses por exhibir material de pornografía infantil a otra pupila suya, también menor.

Los magistrados consideran acreditado que en enero de 2016, cuando el procesado tenía 37 años, empezó a mantener relaciones sexuales con la chica, que acababa de empezar a jugar en el equipo de fútbol.