Miembros de la Policía Nacional detuvieron en el transcurso de la jornada de ayer al empresario Juan Muñoz, marido de la periodista Ana Rosa Quintana, así como a su hermano y al abogado de ambos por su relación con el excomisario José Manuel Villarejo, por delitos de descubrimiento y revelación de secretos y extorsión.

Según la información ofrecia a la agencia Efe por fuentes de la investigación, Muñoz fue detenido ayer en Madrid a instancias de la Fiscalía Anticorrupción y por orden del juez del caso, Diego de Egea, en relación a un encargo que hicieron los hermanos al excomisario para investigar a una persona que les debía dinero.

El hermano de Juan Muñoz fue arrestado en la comunidad autónoma de Andalucía y también se llevaron a cabo registros en las localidades andaluzas de Sotogrande y Marbella, y en Madrid, según las referidas fuentes.

La Fiscalía informó de que los hechos delictivos que se les imputan son descubrimiento y revelación de secretos y extorsión, dentro de unas diligencias que se han declarado secretas por la autoridad competente.

Las acusaciones contra Muñoz, su hermano y su abogado se basan en grabaciones incautadas a Villarejo en los registros que ordenó el juez cuando se produjo su detención, unos audios con conversaciones que está analizando la unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional y remitiendo al juez de la Audiencia Nacional en diferentes informes. Uno de los últimos informes que recibió el magistrado, a raíz del cual abrió la pieza número 5 del caso, bautizada como Carol, trata sobre una conversación grabada durante el año 2015 entre el excomisario Villarejo y Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del rey Juan Carlos I, en la que ella desvela que el rey emérito tenía cuentas en Suiza y que fue utilizada como testaferro para ocultar su patrimonio en el extranjero.

En base a esas grabaciones, De Egea tomó declaración la semana pasada a Villarejo, quien argumentó que fue a hablar con Corinna por orden del Estado para solventar los problemas existentes entre ella y el monarca.

Durante la jornada de ayer, el magistrado procedió al archivo de dos de las cinco piezas del caso en relación a clientes de Villarejo, sobre dos encargos al excomisario por parte de un bufete de abogados y de la familia dueña de la urbanización de lujo de La Finca, situada en el término municipal de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

El caso Tándem gira en torno a los trabajos que ha hecho Villarejo a lo largo de las últimas décadas como detective privado para clientes para los que obtenía información confidencial valiéndose de su condición policial y luego la vendía a cambio de millones de euros.