Guillermo Fernández Bueno, el violador fugado de la prisión cántabra de El Dueso, detenido en Senegal el lunes, preparó su plan de fuga "de manera anticipada" porque sabía que se le iba a denegar el tercer grado que había solicitado, y utilizó un pasaporte de otro hombre con el que guardaba un parecido físico "absolutamente similar" para poder cruzar las fronteras.

Así lo ha explicado ayer el comisario jefe de la brigada central de crimen organizado, Marcos Frías, en una comparecencia ante los medios, en la que relató cómo se desarrollaron las investigaciones que llevaron a la detención del preso fugado cuando trataba de cruzar la frontera desde Senegal hacia Gambia, junto a su pareja, en furgoneta.

Según Frías, la Policía comenzó esta investigación el día 24, tras darse aviso de que el preso no había reingresado en la cárcel el día 22, como marcaba su permiso penitenciario, que comenzó a disfrutar el día 15.

La primera gestión que realizaron los encargados de la investigación fue determinar con quién estaba o había estado en contacto el preso fugado, y quién le había podido ayudar en su plan de fuga.

Fue así como "en seguida se dieron cuenta" de que era la persona con la que tenía una relación sentimental --la educadora social a la que conoció cuando ésta trabajaba como voluntaria en la antigua prisión de Santander- la que le estaba ayudando. "A partir de ahí se inicia la búsqueda de ambos", explicó el comisario.

Gracias a la identificación de su compañera, la Policía pudo detectar que el preso y su pareja habían cruzado la frontera hacia Marruecos el día 17, tras coger el ferry en Algeciras, y que les llevaban "seis o siete días de ventaja". En este punto fue fundamental, según Frías, contar con la colaboración de la Policía de Marruecos, Mauritania y Senegal.

El siguiente paso determinante fue conocer cuál era la documentación que estaba usando el preso fugado para cruzar las fronteras junto a su pareja, y cómo. Así, descubrieron que era ella la que habitualmente mostraba su pasaporte, y que él hacía uso de la documentación de otro hombre muy parecido a él físicamente.

"Ambos tienen pasaporte en regla verídicos. Lo que sucede es que él usó un pasaporte que no es el suyo. Por tanto, cuando lo tuvo que enseñar en algún sitio, los mínimos porque siempre lo enseñó ella, hasta que nosotros logramos determinar que ese era la identidad, no pudimos dar aviso a la Interpol".

Respecto a la documentación usada por el preso, la Policía todavía trabaja en determinar si la robó o le fue entregada de forma voluntaria. Lo que sí tienen claro es que "el aspecto físico era absolutamente similar". "Tuvieron la precaución de buscar una persona que tenía un parecido físico con él muy importante", añadió.

Asimismo, el responsable de la brigada central de crimen organizado señaló que sigue investigando si el fugado tuvo más apoyos, tanto en España como ya en el exterior para llevar a cabo su plan de fuga. "Estamos en ello. Estamos intentando determinar si durante los días que estuvieron en Marruecos, antes de pasar la frontera hacia Mauritania, tuvo algún tipo de contacto", explicó Frías.

Además, confirmó que cruzaron los pasos fronterizos de Marruecos y Mauritania en la furgoneta, aunque les faltan datos concretos para determinar por qué en algunas fronteras solo se detecta a ella.

Finalmente, Frías reconoció que de haber cruzado la frontera hacia Gambia, probablemente la detención se habría complicado porque la situación en este país "es un poco más cambiante que en el resto de países".