El titular del juzgado número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, decretado ayer prisión provisional sin fianza para Ángel Boza, miembro de la Manada que fue detenido el pasado miércoles por robar unas gafas de sol en un centro comercial y por atropellar a un vigilante de seguridad e intentar arrollar a otro. Boza declaró en la tarde de ayer ante el juez sevillano, tras ser detenido poco antes de las diez de la noche del miércoles en la avenida Menéndez y Pelayo de la capital sevillana, una vez que los vigilantes del centro comercial avisaron a las fuerzas del orden tras no poder impedir que abandonase el establecimiento.

El juez Gutiérrez Casillas, en funciones de guardia, decretó su entrada en prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de robo con violencia, atendiendo a la "especial gravedad" del delito, castigado con entre 2 y 5 años de cárcel, según explicó a los periodistas su abogado Agustín Martínez a la salida del juzgado, tras asistir a su cliente al filo de las diez de la noche.

Boza, que permaneció desde su arresto el miércoles hasta las cinco de la tarde de ayer en dependencias policiales y que ante los agentes se acogió a su derecho a no declarar, compareció ante el juez durante una hora, respondiendo a las preguntas tanto del magistrado como de la Fiscalía, que solicitó la medida de prisión provisional. Según explicó Martínez, el juez -que se quedará con la causa- señaló que a partir del 10 de agosto se practicarán diligencias de investigación, entre ellas la declaración de varios testigos, para tomar una decisión, si bien consideró oportuno decretar ayer prisión provisional por la "gravedad" del delito.

Boza, en libertad provisional junto a los otro cuatro miembros de la Manada desde el pasado 23 de junio tras ser condenado a 9 años por abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016, reconoció el robo de las gafas de unos grandes almacenes del centro de Sevilla. Sin embargo, negó que atropellara intencionadamente a los vigilantes de seguridad que lo perseguían tras denunciar el hurto y señaló que se trató de un golpe fortuito al salir del aparcamiento del centro comercial. Ello convierte un hurto en un "delito muy grave" de robo con violencia con unas "penas muy elevadas como consecuencia de esa forma de fuga" según su abogado, que anunció que recurrirá el auto de prisión provisional, ya que su cliente no admite que se diera a la fuga. Fue una patrulla de la Policía Local la que interceptó a Boza poco después cuando circulaba en su coche, según el atestado, y llevaba puestas las gafas de sol sustraídas, que después guardó en la guantera al recibir el alto de los agentes.

Tras recibir el auto de prisión, Boza fue trasladado a la prisión de Sevilla I. El resto de miembros de la Manada -José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero- volverán hoy a los juzgados de Sevilla para firmar en el marco de las tres comparecencias semanales que tienen que realizar, dentro de las medidas cautelares decretadas tras ser puesto en libertad bajo fianza de 6.000 euros el pasado 23 de junio.

Agustín Martínez, el abogado de Angel Boza, uno de los cinco integrantes de La Manada, considera que la detención de su cliente por supuesto robo y agresión en Sevilla no tiene por qué afectar a su actual situación de libertad condicional, aunque expresó ayer su malestar por los hechos que "suponen un jarro de agua fría" para los otros cuatro miembros de la Manada.

Boza, el coautor del abuso colectivo sobre una joven en los Sanfermines de 2016, fue arrestado el miércoles en un centro comercial de Sevilla tras robar supuestamente unas gafas e intentar atropellar posteriormente a dos vigilantes de seguridad.

Su abogado, en una entrevista en Telecinco recogida por Europa Press, entiende que los hechos por los que ha sido detenido no afectan en "absolutamente nada" a la libertad condicional de su cliente, por considerar que la reincidencia tiene que tener relación con los delitos por los que está condenado en otro procedimiento.

"En este caso, para que exista reincidencia tiene que haber sentencia condenatoria, pero tampoco afectaría al asunto de Pamplona que es algo absolutamente claro y determinado en cuanto a la naturaleza del delito", explicó Martínez.

El letrado se mostró, no obstante, molesto por la detención: "Se me van a tener que dar explicaciones porque yo no voy a ir poniendo la cara públicamente para que me la partan y, aunque yo no soy responsable de lo que este señor haga, hay muchas personas afectadas".

El abogado precisó que su labor con sus clientes "no es decirles que no cometan ningún delito", puesto que sus consejos se limitan a "ser profesionales, cumplimentar el autor de libertad y a partir de ahí se supone que nadie va a ir robando gafas". Consideró "injusto" para el resto de los miembros de La Manada, sobre los que ha reconocido que no son "ejemplo de absolutamente nada", que se vean envueltos "en un titular por un asunto con el que no tienen nada que ver".