La Fiscalía del estado de Colorado (EEUU) acusó hoy a Chris Watts de matar a su esposa embarazada y a sus dos hijas, por lo que se enfrenta a nueve cargos criminales, tres de ellos de asesinato en primer grado.

La acusación se ha formalizado poco más de una semana después de que un amigo de la familia denunciara la desaparición de Shanann Watts, de 34 años, y de sus hijas Bella, de 4 años, y Celeste, de 3, lo que llevó a las autoridades a una investigación y a detener a Watts el pasado miércoles como principal sospechoso.

El acusado, arrestado sin derecho a fianza, era un extrabajador de una planta petrolífera de Colorado que, según su propia confesión, el pasado 13 de agosto mató a su mujer en un "ataque de rabia", después de que esta hiciera lo mismo con las dos hijas dentro del domicilio, ubicado en Frederick, ciudad de 8.600 habitantes a unos 50 kilómetros al norte de Denver.

De acuerdo con el informe policial, los cuerpos fueron hallados por efectivos y perros policiales la semana pasada en dos emplazamientos diferentes dentro de un terreno de extracción de petróleo en el que trabajaba Watts hasta su despido, ocurrido el mismo día de su detención.

Según el testimonio del acusado, Watts mantenía una relación extramarital con una compañera de trabajo y había hablado con su esposa de separarse.

La pareja, que enfrentaba dificultades financieras desde 2015, cuando se declaró en bancarrota, había preparado una fiesta para el sábado pasado con motivo del anuncio a sus amigos y familiares del sexo del bebé en gestación.

El fiscal de distrito Michael Rourke explicó que las niñas habían fallecido antes que la madre, probablemente un día antes, cuando Shanann Watts estaba fuera de Colorado por razones laborales, y que los cuerpos de las pequeñas presuntamente estuvieron "durante varios días en un tanque lleno de petróleo crudo".

"Se debe tener en cuenta que estas acusaciones son solamente eso, acusaciones y cargos formales. Watts sigue siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario", declaró el fiscal, cuya oficina ha asignado tres investigadores a este caso.

El acusado comparecerá el martes ante un juez federal en la ciudad de Greeley.

Rourke tiene poco más de 60 días para determinar si pedirá la pena de muerte, un recurso raramente empleado en Colorado, estado que lo usó sólo una vez en los últimos 40 años.