El padre que este martes presuntamente ha matado a sus dos hijas de tres y seis años en Castellón y posteriormente se ha quitado la vida había tenido dos causas abiertas en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer por malos tratos y amenazas a su expareja, dos procedimientos que se sobreseyeron en enero y febrero a petición del fiscal y de la propia víctima, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Una de las causas se había abierto a raíz de una denuncia por amenazas interpuesta por su expareja y madre de las menores y otra tras recibir un parte médico, sin que mediara denuncia de la madres. Ambos procedimientos se archivaron a petición del fiscal y de la propia víctima. Una diligencia policial de valoración de riesgo a la que se sometió a la exmujer arrojó un resultado de "riesgo bajo", según la misma fuente.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Castellón, en funciones de guardia, ha intervenido esta madrugada en el levantamiento de los cadáveres de dos niñas y del padre, aunque al fallecer el presunto autor del doble crimen se extingue la responsabilidad penal. El investigado, ahora fallecido, no tenía antecedentes penales ni le constaban episodios previos de violencia doméstica.

La primera causa se incoó el pasado mes de enero. En esa fecha, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón abrió un procedimiento tras recibir un parte médico. En su comparecencia ante el juez, la mujer y madre de las menores se acogió a su derecho a no declarar. Según el TSJCV, sin parte de lesiones y sin el testimonio de la víctima, el fiscal solicitó el sobreseimiento de la causa y el juzgado la acordó.

El pasado mes de febrero, el día 24, la mujer denunció por amenazas en el Juzgado de Guardia a su expareja y padre de las menores. Lo hizo 15 días después de que el Juzgado de Familia fijara medidas provisionales para regular el régimen de visitas y el uso de la vivienda en base al convenio regulador que los padres habían alcanzado de mutuo acuerdo.

Según el TSJCV, tras una discusión con su expareja cuando procedían a intercambiarse a las niñas, la mujer interpuso la denuncia, solicitó una orden de alejamiento y mostró su disconformidad con las medidas provisionales que habían sido fijadas tras el acuerdo entre los progenitores de las menores.

DENEGARON LA ORDEN DE ALEJAMIENTO

En ese momento, el fiscal no consideró necesaria la adopción de medidas cautelares y se opuso a la concesión del alejamiento. El Juzgado de Guardia denegó la orden. Al día siguiente, la decisión fue revisada por el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Castellón, competente en la materia. Tras esta nueva comparecencia y de conformidad con el criterio del fiscal, se volvió a denegar la orden de alejamiento.

La denunciante recurrió esa decisión judicial, pero mientras se tramitaba su recurso, "desistió de seguir adelante" y el auto denegatorio de la orden de alejamiento "cobró firmeza", ha explicado el TSJCV.

El procedimiento por las supuestas amenazas siguió tramitándose. Tras la práctica de las diligencias solicitadas por las partes, el fiscal solicitó el sobreseimiento. La víctima, personada como acusación particular, también pidió el archivo. Al no existir ninguna parte que ejerciera la acusación, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer sobreseyó el procedimiento.