La Fiscalía de Málaga ha mantenido la acusación y la petición de 25 años de prisión para el hombre al que un jurado popular juzga desde el lunes por supuestamente asesinar a la que era su esposa, aunque llevaban mucho tiempo separados, en la localidad malagueña de Fuengirola. La defensa ha sostenido la inocencia de su cliente.

Así lo han asegurado a Europa Press fuentes del caso, quienes han explicado que está previsto que este jueves se entregue el objeto del veredicto a los miembros del jurado popular para que comiencen a deliberar.

Los hechos sucedieron en febrero de 2016 en la localidad malagueña de Fuengirola. El acusado aprovechó, según el fiscal, "la buena relación que mantenía con su esposa" para ir a su casa y con un objeto afilado no encontrado, supuestamente "propinándole sorpresivamente un golpe" por la espalda.

Luego, la "arrojó escaleras abajo para simular una caída" y se marchó, "dejándola agonizante", tras lo que falleció. Según la acusación, lo hizo sólo para percibir una pensión mensual.

Por contra, el hombre, que está en libertad, negó los hechos y se declaró inocente, asegurando que cuando llegó a la casa de la mujer estaba muerta. "Teníamos la mejor relación posible", dijo el procesado en el juicio, apuntando que, aunque ahora cobra 250 euros más al mes por viudedad, "no recompensa haber perdido a mi mejor amiga de toda una vida".

Además, explicó que ella le pagaba el alquiler de la casa en la que residía con otra mujer, con la que tuvo una relación, y que "nunca" le había puesto problemas para darle dinero, manifestando que "en la vida" habían peleado por esos motivos. Incidió en que el tema económico "nunca supuso un problema para ninguno de los dos".

El acusado señaló que tras la muerte de su exmujer recibió unos 4.500 euros y cobra 250 euros más al mes por la pensión de viudedad: "No sabía lo que iba a percibir, en cualquier caso eso no recompensa haber perdido a mi mejor amiga de toda una vida", declaró, apuntando que la víctima se había caído en dos ocasiones en las últimas semanas y "gastaba dinero en alcohol y tabaco y apenas comía".

No obstante, los forenses sostuvieron que el cuerpo no respondía a una persona que se hubiera defendido y parecía que no tenía conocimiento cuando cayó por las escaleras, por lo que se descartaría que fuera un accidente. Además, indicaron que presentaba un traumatismo de "alta energía".

Asimismo, los investigadores de la Policía Nacional sostuvieron que por la situación del cuerpo se correspondía con una persona puesta allí para aparentar una caída, situando el móvil del acusado en las inmediaciones de la casa de la fallecida, aunque el hombre sostiene que hablaron estando él en su vivienda.