Un funcionario y una empresaria de Sevilla han presentado en un juicio una prueba de ADN que avala que son hijos de un terrateniente fallecido en 2010 y de su sirvienta, aunque nunca fueron reconocidos como hijos legítimos, lo que les podría dar acceso a una herencia millonaria.

El abogado Fernando Osuna ha dicho que sus representados, de 45 y 50 años, han demostrado mediante una prueba biológica que son hijos de este terrateniente, para el que su madre trabajaba como sirvienta y con la que tuvo dos hijos que nunca reconoció.

El terrateniente tuvo con su esposa cuatro hijos, que a su muerte hace ocho años accedieron a una herencia de unos seis millones de euros, lo que supuso para cada uno una cantidad en torno a 1,5 millones.

Para conseguir la prueba de ADN, los dos hermanos iniciaron un proceso judicial en el que consiguieron que se autorizase la exhumación del cadáver de su supuesto padres para extraerle muestras biológicas y los resultados han sido aportados al sumario que instruye el juzgado de la localidad sevillana de Cazalla de la Sierra.

La herencia a la que accederían una vez termine el proceso está compuesta tanto de dinero como fincas, casas y otro patrimonio.

Se da la circunstancia de que el empresario no hizo nunca testamento, con lo que su legado deberá ser dividido a partes iguales entre sus hijos, con lo que se habría que hacer seis partes iguales de la misma o bien renunciar cada hijo reconocido al 33 % de lo recibido en favor de sus dos hermanos.