Dos acusadas de un delito continuado de estafa agravada por valor de 99.000 euros sustraídos de la empresa para la que trabajaban fueron condenadas a dos años de cárcel cada una y a devolver este dinero más intereses. I.M.P.H. y J.A.S.G. quedaron absueltas de los cargos de falsedad en documentos mercantiles.

La primera ejerció como jefa de administración durante nueve años, tiempo en el que estuvo al frente de la contabilidad financiera, mientras que la otra ocupó el cargo de auxiliar administrativa y responsable de llevar los costes de la empresa y de personal. La Audiencia da por probado que ambas se pusieron de acuerdo para manipular hojas de contabilidad, al menos, entre febrero de 2006 y enero de 2013. De esta manera introdujeron filas ocultas de excel en las que se recogían nombres de personas que no eran trabajadoras de la empresa a las que les imputaban pagos en concepto de "extras".

Por medio de este sistema, una elaboraba un talón que firmaban los administradores y, una vez cobrados, se repartían el dinero, después de haberlo puesto en un sobre a nombre de otros empleados, pero haciendo suyo el de los contratados ficticios. Durante el juicio que tuvo lugar el pasado mes de enero, las dos admitieron la existencia de filas ocultas en los documentos excel, pero las justificaron como una estrategia de los responsables de la empresa para hacer pagos en dinero negro. Declararon que cualquiera tenía acceso a estos documentos informáticos y que no eran las únicas que recibían dinero una vez que era sacado del banco mediante talones o sobres.

La Sala, no obstante, detectó "ciertas fisuras" en sus argumentos y las pruebas realizadas no sólo no corroboraron sus versiones, sino que, más bien se pusieron en evidencia diversas contradicciones. Por ejemplo, un perito explicó que en 72 de las 81 hojas analizadas, encontraron filas ocultas en las que siempre aparecían los mismos nombres, de los que algunos se correspondían a antiguos trabajadores y el resto eran inexistentes. Otro técnico mantuvo que sólo las acusadas podían tener acceso a estos documentos y uno más dijo que los supuestos pagos en B no estarían cubiertos por las cantidades mensuales asignadas a trabajadores antiguos o inexistentes o por el abono de horas extras.

A lo anterior se une que la exjefa de contabilidad ha sido ya condenada a devolver a la empresa 31.000 euros que, supuestamente, iban a servir para ejecutar una obra.

En el juicio declararon varios extrabajadores. Pese a haber estado contratados apenas un mes, luego aparecía que se les había pagado durante más tiempo. En su primera comparecencia en los juzgados hace años aseguraron que habían cobrado cheques pero ayer decían que fue en efectivo.