La Guardia Civil ha denunciado a una empresa profesional de buceo por múltiples infracciones a la normativa de seguridad en actividades subacuáticas cometidas cuando ésta se encontraba realizando la limpieza de un carguero de 190 metros de eslora, fondeado en una zona del puerto de Santa Cruz de Tenerife en la cual existen más de 100 metros de profundidad, desde una embarcación de apoyo abarolada al barco.

Esta actuación fue llevada a cabo mientras agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) se encontraban navegando por las aguas interiores de la isla con el objetivo de vigilar y controlar las actividades de buceo, momento en el que tuvieron constancia mediante la coordinación con la Autoridad Portuaria del desarrollo de trabajos de buceo profesional en el fondeo del puerto capitalino.

Una vez en el lugar, los agentes comprobaron que estos trabajos estaban incumpliendo lo estipulado en el art. 13.5, al no existir personal a bordo buque vigilando la manipulación de las bombas de las aspiraciones del barco (tomas de agua de diferentes tamaños en el casco del buque que aspiran para la refrigeración de equipos y maquinaria), además de no encontrarse balizadas ni marcadas como establece la normativa para evitar la succión y atrapamiento del buceador durante el desarrollo de su trabajo.

Durante la inspección pudieron detectar la comisión de múltiples infracciones a la normativa de seguridad en actividades subacuáticas (Orden de Fomento de 14 de octubre de 1997), entre las cuales cabe destacar el incumplimiento del número mínimo de personas que deben intervenir en un trabajo de buceo (art. 5), ya que se encontraba un único buceador con sistema de buceo autónomo (transportado por el propio buceador), realizando los trabajos submarinos.

Para este tipo de sistema de buceo, la citada normativa exige por cuestiones de seguridad, un mínimo de dos buceadores en el agua y uno de socorro en el exterior, preparado para intervenir en caso de ser necesario el auxilio de alguno de los que se encuentran en el agua, además de un jefe de equipo, responsable de la seguridad y de las actuaciones del equipo de buceo, sin embargo, en este caso, la empresa carecía de los citados integrantes para la efectiva composición de un equipo de buceo profesional, poniendo así en grave riesgo la integridad del buceador que se encontraba sumergido.

Todo ello sumado a la constatación de la total carencia de documentación y permisos requeridos para acreditar y autorizar la realización de este tipo de trabajos sumbarinos y conforme al grave riesgo para la integridad de los trabajadores, existiendo condiciones deficientes en materia de seguridad laboral y al incumplir a su vez gravemente las previsiones en materia de seguridad para el desarrollo de actividades subacuáticas, se procedió por parte de los agentes del GEAS a la suspensión de los trabajos que se venían realizando.