El número de fallecidos por el derrumbe de un bloque de viviendas en la ciudad rusa de Magnitogorsk, en los Urales, ha aumentado a once personas, mientras que otras cinco han resultado heridas, de acuerdo con el balance de víctimas proporcionado este martes por la rama local del Ministerio de Emergencias del país.

"Para esta mañana ya habían recuperado 11 cuerpos", ha comunicado a periodistas un representante del departamento local del Ministerio de Emergencias.

Hasta ahora, las autoridades rusas habían confirmado ocho muertos pero en las últimas horas los equipos de emergencias han recuperado un noveno cadáver, el de una mujer, según informa la agencia de noticias Sputnik. Además, cerca de 40 personas están desaparecidas.

El edificio se vino abajo el lunes por la mañana a causa de una explosión provocada por una fuga de gas. Un total de 35 apartamentos han quedado totalmente destrozados mientras que otros diez han sufrido daños parciales.

Desde entonces, los equipos de emergencias trabajan de forma ininterrumpida para localizar posibles supervivientes. Este martes han encontrado con vida a un bebé de once meses que estaba bajo los escombros.

"Los rescatistas oyeron un llanto", ha contado en Telegram el gobernador, Boris Dubrovski. "El niño se salvó porque estaba en su cama y bien arropado", ha añadido.

Las tareas han tenido que ser suspendidas ante el peligro de que se produzca un nuevo derrumbe. Se reanudarán cuando se retiren por completo el portal y los pisos superiores.

"Se tomó la decisión de desmantelar las estructuras pendientes (...) La operación de desescombro y la búsqueda se reanudarán una vez eliminado el riesgo de otro derrumbe", ha indicado un portavoz del Ministerio de Emergencias a Sputnik.