El depredador sexual que cumple la mayor condena dictada en España por abusos y corrupción de menores, 302 años de cárcel, el maestro de kárate Fernando Torres Baena, ha aceptado por primera vez su responsabilidad, en una carta en la que pide perdón a sus víctimas.

Del "Nunca he abusado de nadie ni lo hubiera permitido", que proclamó el 13 de diciembre de 2012 cuando la Audiencia de Las Palmas le permitió decir las últimas palabras del juicio, Torres Baena ha pasado transmitir este otro mensaje: "Para mí es muy importante que pueda llegar las víctimas y sus familiares mi más sincero arrepentimiento y mi petición total de perdón".

El diario "Canarias 7" publica este miércoles el contenido de una carta manuscrita que el líder del "caso Kárate" ha enviado a la sección sexta de la Audiencia de Las Palmas, el tribunal que lo declaró culpable de 35 delitos de abuso sexual y 13 de corrupción de menores, en una sentencia ratificada en 2014 por el Supremo.

La Audiencia encontró tan graves sus hechos, que no se ahorró calificativos en su resolución: lo calificó de "depredador sexual", le acusó de liderar una "cuasi secta sexual" en la que se convencía a los alumnos (muchos de ellos menores) de que participar en orgías les convertiría en "mejores personas y mejores karatecas", y le reprochó que se prevaliese de su carisma de "héroe deportivo" para "doblegar la voluntad" de chicos con "mentes inmaduras".

"''El gimnasio era un puterío''. Así de simple, expresivo y tajante. No lo digo yo, sino uno de los alumnos que no aparece ni mencionado en los escritos de acusación y que no se consideró víctima. La frase la traemos a colación porque es lo suficientemente gráfica para describir el ambiente con que se encontraban algunos de los menores, no todos, que acudían al gimnasio para aprender kárate", escribió el presidente del tribunal, Emilio Moya.

Sin embargo, Torres Baena lo negó todo durante la instrucción y también durante el juicio, a pesar de la multitud de testimonios que se escucharon en la sala de vistas a lo largo de 33 sesiones.

El antiguo campeón de kárate ha escrito ahora el tribunal para reconocer los delitos por los que fue condenado, asegurar que fue "un error imperdonable" por su parte elegir "el camino equivocado" y pedir a los magistrados, "si lo tienen a bien", que se transmita a las víctimas su arrepentimiento y solicitud de perdón.

Torres Baena, de 62 años, también aprovecha la carta para intentar asumir en solitario toda la responsabilidad y disculpar a las otras dos condenadas en el caso: su esposa María José González y la también monitora de su gimnasio Ivonne González, sentenciadas respectivamente a 140 y 126 años por el mimo tipo de delitos.

Los juzgados de Vigilancia Penitenciaria y la Audiencia de Las Palmas ya han permitido a estas dos últimas disfrutar de permisos de unos días, algo que se ha negado hasta el momento a Torres Baena.

De hecho, la sentencia del caso Kárate contenía un llamamiento por parte de la Audiencia de Las Palmas a endurecer las condenas contra este tipo de "depredadores sexuales", porque consideraba insuficiente el máximo legal de 20 años previsto en las leyes.

"Se debe salvaguardar por el legislador ese interés general , pues todo ciudadano debe tener la garantía en un Estado de Derecho de que sus hijos estarán protegidos por la ley y por la Justicia (...) La sociedad exige una respuesta en Derecho y en Justicia a un ataque brutal a tal cantidad de víctimas, y este máximo de cumplimiento de las penas impuestas en esta sentencia deviene insuficiente", argumentaba la sala que juzgó el caso.