La Policía Nacional detuvo en Gran Canaria a un rumano de 41 años por tres hurtos en los que se apropió de relojes de alta gama por valor de 100.000 euros en joyerías de Tenerife y la citada isla. El acusado aprovechó el descuido de los empleados.

El responsable de una tienda del sur grancanario denunció en diciembre el hurto de un reloj valorado en más de 20.000 euros. Esa persona narró que un individuo de mediana edad solicitó a una empleada ver relojes de oro y diamantes, ya que estaba interesado en comprar, debido a las ventajas fiscales que ofrecían las islas. En un despiste de la trabajadora, sustrajo uno de los relojes del expositor y abandonó el comercio para hacer "una gestión" en un banco cercano. El robo al descuido se detectó más tarde.

Con ese "modus operandi", se llevaron a cabo dos hurtos más en joyerías de Santa Cruz de Tenerife y Adeje, con piezas de 33.700 y 44.700 euros, respectivamente.

Los empleados de dichos establecimientos reconocieron al mismo individuo como presunto autor.

Su arresto se produjo al llegar a Gran Canaria en un vuelo procedente del Reino Unido, según la Policía Nacional.