El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la sentencia que condenó a S. R. M. y a F. I. G. a 18 y 14 meses de prisión respectivamente, por considerarlos autores de un delito "intentado" contra la salud pública. La pena se impone pese a que en realidad en el momento de la intervención policial los acusados solo portaban un paquete con medio kilo de cafeína. Pero tanto la Audiencia Provincial primero, como el TSJC ahora, consideran que el hecho de que los imputados pensaran que contenía cocaína es suficiente para determinar su culpabilidad.

La Sala entiende que se puede hablar de delito desde el momento en el que los imputados tenían la voluntad de delinquir. Y para ello ponen el ejemplo de una persona que dispara un arma para matar pero finalmente no lo puede hacer porque está descargada. A lo que sí accede la Sala es a dejar sin efecto el comiso de casi 5.000 euros intervenida a uno de ellos y se fija en alrededor de 2.500 euros la cuantía de la multa impuesta. El TSJC estima que no quedó probado que el dinero incautado en la vivienda fuera producto del tráfico de estupefacientes.

S. R. M. pidió la absolución basándose en que no se había tenido en cuenta el atenuante de que es adicto a la cocaína pese a que durante el procedimiento judicial quedó acreditada su dependencia. De hecho, se suspendió la pena de dos años y medio de prisión, y por lo tanto su entrada en la cárcel, a cambio de que siguiera un programa de desintoxicación. Pero el TSJC estima que existió un ánimo de lucro que se demostraría en la elevada retribución pagada por transportar el paquete, que se cifra entre 3.000 y 4.000 euros y 30 gramos de cocaína por valor de otros 2.000.

La policía sospechaba que ambos se dedicaban a la venta de drogas y por ello, tras la detención en la calle a finales de 2016, entraron en el domicilio de S. R. M. en Los Realejos. Allí hallaron 31,3 gramos de cocaína, con un valor aproximado de casi 2.000 euros, otros tres de marihuana, un trozo de hachís y cerca de cinco mil euros. Tanto el dinero como la droga fueron incautados.

Los agentes habían establecido un dispositivo de vigilancia en torno a la vivienda al contar con informaciones en el sentido de que S. R. M. se estaba dedicando a la distribución de drogas. Por ello, en una de las ocasiones cuando observaron que los dos procesados portaban un paquete pensaron que en el interior había estupefacientes. Pero en realidad únicamente estaba lleno de cafeína. Durante el juicio los acusados aseguraron que su intención era entregar el envoltorio a un tercero del cual nunca revelaron su identidad.