Una joven que trató de asesinar por celos a otra a la que ni siquiera conocía buscó en internet "cómo matar con las manos" y otros datos para preparar su crimen, según se ha desvelado al inicio del juicio que se sigue contra ella desde este martes en la Audiencia de Las Palmas.

En la primera jornada de vista oral, la acusada, Rosa Angélica E.R., de 24 años, ha admitido ser la autora de la agresión, perpetrada el 30 de abril de 2017 en Las Palmas de Gran Canaria, aunque también ha alegado que ha olvidado lo que pasó.

La Fiscalía, que pide para la procesada 15 años de cárcel, asegura en su escrito de cargos que fue a buscar a su víctima a un edificio donde trabajaba como cuidadora de una anciana y, tras esperarla oculta en un rincón del portal durante horas, la atacó con un cuchillo, causándole más de una decena de heridas graves.

Hasta el punto de que policías que la auxiliaron en el primer momento han destacado el estado crítico en que la hallaron y su convicción de que recibió un trato "brutal".

"Yo, desde luego, no he visto otra cosa igual en 23 años que llevo de policía", ha afirmado un subinspector que dirigía el equipo que inicialmente actuó en el caso al comparecer como testigo en el juicio, a cargo de la sección primera de la Audiencia Provincial.

Su parecer ha sido corroborado por otro de los primeros agentes en llegar al escenario del crimen, que ha precisado: "Todos los compañeros coincidimos, y ni el médico que la atendió, que lleva 30 años en el hospital, había visto algo así".

De hecho, los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía llegaron a temer por la vida de la joven, que se salvó porque un vecino entró en el portal cuando todavía la estaba acuchillando su agresora, que huyó del lugar, y por la coincidencia de que los agentes estaban de servicio en la calle de atrás.

Allí, mientras intervenían para atajar una pelea entre varias personas, les alertaron de que cerca habían encontrado a una mujer herida, ha expuesto el subinspector, que pensó que podía ser alguien implicado en la misma riña pero comprobó luego que era algo peor.

Tales fueron su sorpresa e impresión que, antes que nada, decidió acudir a un restaurante próximo donde solicitó unos manteles para impedir que la mujer se desangrara taponando los múltiples cortes que presentaba.

Cortes producidos con un cuchillo de sierra de 21 centímetros de hoja que le afectaron al cuello, la espalda, la cara y ambos ojos, dejándole secuelas que la han convertido en una discapacitada sin apenas visión que precisa ayuda para llevar a cabo "acciones cotidianas básicas", según detalla el escrito del fiscal.

La víctima, de hecho, ha declarado también en esta jornada en el juicio pero acudiendo en una silla de ruedas empujada por una acompañante, con gafas de sol y moviéndose de forma limitada.

Tanto ella como la acusada ha coincidido en una cosa: la causa del ataque, que achacaron ambas a los celos que tenía la segunda de la primera porque temía que le arrebatara al hijo de la anciana a la que cuidaba, con quien había tenido una relación sentimental.

Y han especificado que esos celos los provocó el hombre en cuestión, que, aunque una y otra joven ni siquiera se conocían, le mostraba a la agresora fotos de la nueva empleada de su madre diciéndole que era muy guapa.

Esa versión que ha sido ratificada por una policía que interrogó a Rosa Angélica, que ha dicho que le contó que "lo que quería era ponerla fea".

La misma agente ha explicado además que, al investigar los hechos y estudiar el móvil de la acusada, se descubrió que desde días antes había hecho búsquedas en internet para recabar información sobre cómo cometer su crimen y no ser atrapada.

Datos como el modo de usar ácido sulfúrico, qué hacer para evitar ser localizada rastreando la posición de su teléfono móvil o "cómo matar con las manos", ha especificado.

El juicio por este caso proseguirá este miércoles en la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, con declaraciones de nuevos testigos y de los forenses que han analizado las pruebas y a la víctima.