Con la convicción de que es posible porque les asiste la razón, con la Constitución y con la Ley por argumentos, los vecinos de Cho Vito se reunieron ayer para recordar "un día triste", el 7 de octubre de 2008. A las 10:30 horas de ese día comenzó a caer la casa número 20 y con ello se inició el derribo de este poblado marinero, del que aún permanecen en pie nueve de las 31 casas que lo formaron.

Un año después, el portavoz vecinal Tomás González y los que allí viven aún estuvieron acompañados por un grupo de personas entre las que había bastantes de los que perdieron sus viviendas, sus enseres y, algunos, hasta sus recuerdos (los materiales y parte de los inmateriales). No faltó la representación de otros colectivos "con los que nos hemos encontrado en tantas luchas durante estos cinco años que llevamos de trabajo por la supervivencia de Cho Vito y de la dignidad de los canarios".

Como telón de fondo, ayer permanecían expuestas las fotografías de la madrugada y la mañana del 7 de octubre del año pasado, incluidas aquellas en las que "las fuerzas imperialistas" aparecen "agazapadas" esperando para "invadir este lugar como lo fuera esta tierra hace más de 500 años". Tomás González, secundado por los allí presentes, dejó claro que "con lo que se gastaron en helicópteros y barcas hubieran podido construir unas cuantas viviendas para los necesitados".

Algunas lágrimas y mucha emotividad, pero también tranquilidad y esperanza marcaron el acto de ayer en el poblado marinero de Candelaria, un lugar "que quisieron destruir" porque pretenden construir 15 chalets en sus inmediaciones y porque proyectan un puerto deportivo frente al mismo. Lo dijo Tomás González y lo ratificaron otros, pero no el PSOE de Candelaria, el "gran ausente" de la cita, tal y como recordaron los intervinientes.

Lo político.- Entre otros, Pedro Méndez, portavoz de CC en la Villa Mariana, quien criticó al alcalde, José Gumersindo García, del que recordó que "nos llamó (incluyó a su homólogo del PP) de todo", citando expresamente los términos "machangos y carroñeros" como palabras pronunciadas por el alcalde hacia ellos. "Estamos aquí porque no tenemos nada que esconder", añadió antes de señalar que le parece curioso que todavía "no se haya activado el expediente de Costas para la calle de La Arena".

En ese lugar, el alcalde tiene un piso, aspecto al que también aludió Tomás González, quien anunció que el día en que Costas pretenda demolerlo "nosotros estaremos allí para tratar de impedirlo" porque entiende que "no sería justo".

José Fernando Gómez, portavoz del PP, fue crítico incluso con los integrantes de su partido en las administraciones supramunicipales al asegurar que "he tenido que llamarles la atención en muchas reuniones porque creo que no hicieron todo lo que podían hacer".

Al Parlamento.- En esa línea, el portavoz vecinal dijo que aún esperan a que el arco parlamentario canario "venga algún día a Cho Vito a mirarnos a la cara y decirnos que no estuvieron a la altura, que se equivocaron. Aquí no se respetó ni la Constitución, ni el Estatuto ni la ley".

Todo ocurrió porque el poblado era ilegal, pero para sus vecinos "no hay nadie más ilegal que el presidente del Gobierno español, Zapatero, cuando viene a bañarse en La Mareta, o el alcalde de Candelaria, que tiene una casa en la calle de La Arena".

Pero todos ellos miran ya al futuro. Su lucha continúa por conseguir la reconstrucción de Cho Vito y no pararán hasta lograrlo. El siguiente destino es Bruselas. Allí estarán pronto.