El caso del consultorio médico de Playa San Juan es un ejemplo de la ineptitud de la administración pública a la hora de cumplir y hacer cumplir los plazos que se da y otorga para realizar casi cualquier cosa, sobre todo cuando se trata de una obra. Hace cuatro años que el inmueble debía estar concluido y en funcionamiento, pero no fue terminado en tiempo y forma y todavía hoy sigue siendo una edificación inútil para los vecinos de esta localidad de Guía de Isora porque sus puertas permanecen cerradas.

Su historia comenzó en 2002, cuando el gobierno municipal cedió a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias un solar de más de 600 metros cuadrados que está situado en la denominada como "nueva zona residencial de Playa de San Juan". El Ejecutivo regional adjudicó la realización de la obra en noviembre de 2004, contando para ello con una inversión de 635.815,20 euros y determinando un plazo, señalándose la fecha del 30 de junio de 2006 como la de su conclusión. Por unos motivos u otros, entre ellos la rescisión del contrato a dos empresas constructoras, la obra fue demorándose y sólo hasta casi dos años después no estuvo terminado el edificio.

Durante el acto inaugural del consultorio médico de Chío (otra localidad isorana), la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Mercedes Roldós, hizo el anuncio público de que la instalación de Playa San Juan abriría "en poco tiempo". Era el 27 de marzo de 2008. Más de dos años y dos meses después, todo sigue igual.

Lógicamente, el malestar es palpable en el pueblo. La Asociación de Vecinos San Juan Bautista y la Asociación de Mayores Las Salinas, junto a otros colectivos deportivos, han decidido intentarlo de nuevo "por las buenas". Quieren que el consultorio "se abra ya y que cese esta tomadura de pelo". Para ello, pedirán reuniones con las autoridades competentes. No son muy optimistas porque la historia les avala ese sentir.

"Cada vez que intentamos buscar una solución a este asunto obtenemos la callada por respuesta" y "Mercedes Roldós no se ha dignado a darnos una explicación de la grave situación en que se encuentran los recursos públicos sanitarios en Playa San Juan" son algunas manifestaciones de Antonio Magdalena, presidente de la asociación vecinal.

Nuevo, pero insuficiente

Mientras tanto, el tiempo pasa y eso se nota tanto en el consultorio al uso -porque "se está cayendo", según la presidenta de la Asociación de Mayores Las Salinas, Hilda Díaz- como en la nueva edificación -porque "se ha quedado obsoleta e insuficiente", dice Magdalena-. "Estamos hablando de la salud y el bienestar del núcleo poblacional con más habitantes del municipio", sentencia el alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín, de quien sus conciudadanos destacan "la paciencia que ha tenido en este asunto ante los múltiples retrasos que se han registrado".

Martín anunció que tampoco se quedará quieto. Por eso, habló de que habrá interpelaciones en el Parlamento de Canarias sobre este asunto y advirtió de que "nos reservamos el derecho a tomar todas aquellas medidas que consideremos oportunas, con el fin de conseguir, de una vez por todas, que los vecinos de Playa San Juan dispongan de una sanidad pública digna como la que pueden disfrutar el resto de ciudadanos canarios".

El consultorio periférico de Playa San Juan es un edificio de tres plantas y un semisótano, en cuyos 65 metros cuadrados se ubica un almacén, un aljibe, un grupo electrógeno y la maquinaria del ascensor, entre otras instalaciones.

La planta baja es de 238 metros cuadrados para zonas de urgencias, dos consultas, almacén general, aseos, hall, cuarto de la basura, oficina de administración, escaleras, pasillos y el hueco del ascensor. La primera planta ocupa 209 metros cuadrados y en ella se ubica un patio de 27 metros cuadrados, dos salas de espera, seis consultas, aseos para minusválidos, además de los espacios comunes. En los 216 metros cuadrados de la segunda planta hay dos vestuarios, una sala de estar para el personal de guardias, dos despachos, un jardín de 85 metros cuadrados y las zonas comunes.

Todos, vecinos y autoridades municipales, quieren permanecer serenos", pero "este asunto se pasa de castaño oscuro".