El Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) será modificado en el ámbito de las extracciones de áridos situadas en los barrancos de Güímar. Para ello, el Cabildo de Tenerife procederá al inicio del trámite incluyendo el asunto en la próxima sesión plenaria. El cambio supondrá la recalificación de cuatro millones de metros cuadrados pasando de ser extractivo a suelo de uso agrícola.

Ello supondrá la recuperación de un espacio importante para el municipio toda vez que la sociedad güimarera ha entendido que dicho suelo no les ha reportado beneficio alguno, sino perjuicios derivados del paso de camiones por las calles y carreteras y del polvo procedente de las canteras.

Así se ha manifestado en múltiples ocasiones tanto por autoridades como por representantes y miembros de colectivos sociales del municipio. Ahora, el Cabildo cumplirá con el compromiso adquirido por el presidente de la institución y la consejera de Planificación, Ricardo Melchior y Pino de León, respectivamente; así como por el alcalde y la primera teniente de alcalde de Güímar, Rafael Yanes y Carmen Luisa Castro, respectivamente, además del presidente de la Asociación para la Defensa de los Barrancos de Güímar Saturnino García, Juan Antonio Rodríguez.

Un problema grave

El 30 de octubre de 2008 fue cuando la Corporación insular acordó por unanimidad, en consonancia con lo decidido previamente por el Ayuntamiento güimarero (también unánimemente), modificar el planeamiento en este punto de la geografía tinerfeña con el propósito de resolver un problema grave. Una vez materializado el cambio en el PIOT, corresponderá al consistorio que preside Rafael Yanes iniciar el proceso de modificación del Plan General de Ordenación.

Así lo han señalado las fuentes consultadas, las mismas que recordaron que el propio ayuntamiento encargó la elaboración de un informe agronómico en el que se puso de manifiesto "la incompatibilidad de usos" en que se incurre en la zona de los Barrancos, al convivir la agricultura y la extracción de áridos.

La actividad industrial comenzó en la zona durante la década de los cincuenta del siglo pasado, estando paralizada en la actualidad por decisiones judiciales. En el transcurso de los dos últimos mandatos se ha procedido al cierre y precinto de las canteras de extracción de áridos, algunas de las cuales han alcanzado más de 40 metros de profundidad. Las autoridades creen que el cambio de uso del suelo de los Barrancos "es un hecho de muchísima importancia para los güimareros".