La Confederación Española de Policía (CEP) critica las declaraciones del alcalde de Arona y del edil de Seguridad, José Alberto González y Manuel Reverón, respectivamente, sobre el decapitador de Los Cristianos porque suponen "un claro intento de eludir responsabilidades y ponerse de perfil ante problemas que le afectan directamente". A juicio del CEP, las autoridades emitieron "reflexiones, claramente electoralistas (...) tratando de sembrar la duda sobre el impecable trabajo" de la Policía Nacional.

Ante la actitud del gobierno municipal aronero, el CEP manifiesta que el Ayuntamiento de Arona "tiene plena capacidad para instar, mediante informe dirigido a la autoridad judicial o a los servicios médicos correspondientes, el ingreso en centros de atención psiquiátrica ante cuadros de enfermedad mental que supongan un riesgo para quien los padece o para terceras personas".

En esa línea, el sindicato asegura que ambos "han protagonizado un peligroso juego mediático" con sus declaraciones. "Frente a la conveniencia de los políticos, la Policía es garantía de eficacia y servicio a la sociedad. Eso es lo que deberían elogiar ambos, alcalde y edil de Seguridad", añade el CEP, aclarando que fueron policías nacionales quienes detuvieron al presunto autor del crimen "en tres de las cuatro ocasiones que forman parte de su historial policial".