El inicio de la actividad lectiva es sinónimo de atascos y problemas de tráfico para el barrio de Aldea Blanca, en el municipio de San Miguel de Abona, pues en las horas punta de inicio y finalización de las clases en la zona donde se ubica el colegio Luther King, "cada día se procede al cierre de la carretera general a la altura de la zona de Hermano Pedro, por parte de la Policía Local, con el consiguiente atasco".

La instalación de conos y el cierre de un carril de acceso al barrio genera el bloqueo de la vía para facilitar el paso al centro educativo, lo que provoca en cada jornada de colegio que por espacio de media hora no se pueda acceder.

Los vecinos de Aldea Blanca, que conforman un colectivo de más de medio millar de personas, muestran su malestar porque esta es una situación que se produce todos los días del año, "principalmente a las hora de salida, en horario de tarde, puesto que en el inicio de la actividad, las etapas educativas están más repartidas y no se produce el corte de la vía por parte de la policía".

No obstante, los embotellamientos por el propio tráfico son frecuentes, ya que se bloquean las entradas a un centro que, según explican, "es privado y no entendemos cómo la Policía Local presta este servicio y en el colegio no se toma la medida de habilitar otra salida, ya que cuenta con alternativas y así se ha puesto de manifiesto al propio ayuntamiento en varios encuentros".

Esta situación también empeora porque justo al lado del centro hay un colegio público, con lo que los coches de los padres de los alumnos de ambos centros coinciden con sus vehículos en el mismo punto de la vía.

A las 17:00 horas

Esta es una situación que se ha acentuado en los últimos años, ya que los progenitores utilizan más sus coches particulares tras acrecentarse las consecuencias de la crisis económica.

No obstante, los vecinos señalan que el transporte escolar entra por un acceso diferente del que utilizan los padres, por lo que señalan que no comprenden "cómo no se adoptan alternativas para evitar este caos diario y el colapso al que someten a los habitantes de este núcleo, que no pueden circular en ningún sentido, puesto que la entrada y salida del colegio están apenas a quince metros de distancia la una de la otra".

El problema principal se genera a partir de las 17:00 horas, pues según comentan los habitantes de este barrio, se cierra el acceso por un lado, "mientras que por el otro acceden los coches al Luther King, donde empieza el bloqueo hasta que los vehículos van abandonando la zona poco a poco, y pudiendo optar por tomar la dirección a la derecha o la izquierda, pero lo vecinos no tienen opciones, ni siquiera el resto de tráfico que pasa por la zona, incluyendo el transporte colectivo de pasajeros, que se quedan atascados".

Los afectados comentan que a pesar de que se han mantenido varios encuentros con el ayuntamiento, "la situación no ha hecho más que empeorar, a pesar de que ha habido compromisos para resolver el asunto". Además, añaden que en el colegio público próximo, donde los alumnos de Infantil inician sus clases con antelación al otro centro, "se han producido algunos problemas, ya que los padres que están circulando por la zona empiezan a hacer sonar el claxon de sus coches cuando ya están desesperados, lo que ha provocado que sus profesores hayan tenido que salir a la calle para pedir que desistan de esta actitud, porque los niños se asustan. Incluso, el centro público ha remitido escritos de queja, otro aspecto que aún no se ha remediado".

El Luther King tiene más de un millar de alumnos, lo que implica un amplio movimiento de vehículos en las horas punta, "en la falsa creencia de que ahorran más que utilizando el transporte escolar", ya que se suman también los movimientos que representa el más de un centenar del CEIP Aldea Blanca, a lo que se suma que, "a raíz de la crisis, muchos padres no envían a sus hijos al comedor, por lo que también regresan al medio día, para darle la comida a sus hijos, lo que también provoca la acumulación de basura en el lugar".