"El gobierno local de Arona está limitando la participación ciudadana y no está contando para prácticamente nada con los residentes, al menos con los del casco urbano", afirma el presidente de la asociación de vecinos Almácigo, Sixto Mena.

"En las fiestas de San Antonio Abad, que comienzan el 15 de este mes, no nos han dejado participar y ni siquiera el grupo de gobierno se ha dignado en reunirse con ningún colectivo para poder expresar propuestas y sugerencias. Lo único que han hecho es pedirme unas fotos antiguas no sé exactamente para qué, pero no pude ayudar porque no tenía", asegura el representante del citado colectivo.

"Por lo tanto, las fiestas no son del pueblo, sino políticas, porque se hace lo que dictan los nacionalistas sin ni siquiera escuchar a los residentes", pone de relieve enfadado.

El presidente de Almácigo manifiesta que la actitud del gobierno municipal "solo está sirviendo para desprestigiar una celebración que antiguamente era un referente no únicamente en el municipio, sino en el conjunto de la comarca".

"Hemos reclamado insistentemente que el día del patrón, el 17 de enero, sea festivo en el municipio, como en épocas pasadas. Sin embargo, las autoridades municipales se han empeñado y empecinado que dicha festividad se traslade al martes de carnaval", resalta.

Poca actividad comercial

"Los nacionalistas han preferido, un año más, dar prioridad a unas fiestas capitalinas antes que atender el sentimiento del pueblo. Además, las fiestas de San Antonio Abad eran un autentico reclamo turístico, donde subían guaguas cargadas de extranjeros para pasar un día de convivencia con la gente del pueblo. Todo eso se ha perdido por la intransigencia del grupo de gobierno", se lamenta.

Sixto Mena indica que "los despropósitos" de las autoridades locales para con el casco urbano son mayores porque "lo han hundido comercialmente".

"El sector comercial en esta zona del municipio es cada vez menor porque desde el grupo de gobierno no se están llevando a cabo políticas dinamizadoras", afirma.

"Solo tenemos una feria al año, pero observamos que en otros puntos del pueblo se desarrollan continuas actividades para promover el comercio. Somos conscientes de que el mayor movimiento económico está en zonas costeras, pero del casco se han olvidado completamente", manifiesta el presidente de Almácigo.

En este sentido, resalta que "el empresariado no observa que el casco sea un lugar interesante para invertir y eso se lo debemos al grupo de gobierno, pues cuando cierra el ayuntamiento las calles quedan todavía más desiertas de gentes".

"Lo triste es que tenemos una riqueza patrimonial importante en esta zona, que de darla a conocer como se merece serviría para atraer a visitantes y ello generaría actividad comercial", expresa Mena.

"Hace unas cuantas décadas atrás el casco era un referente comercial, pero todo eso ha desaparecido. Es lamentable ver cómo el casco de Arona muere, mientras que otros cascos de pueblos vecinos adquieren vida por la buena gestión de sus gobernantes", señala.

Así, el presidente de Almácigo exige a los nacionalistas que "sean imaginativos para evitar que Arona se convierta en un pueblo fantasma" en unos años.

El grupo de gobierno municipal ha preferido declinar su pronunciamiento, al menos de momento.