La falta de información, de servicios e infraestructuras básicas está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza tanto para los vecinos del Palm-Mar como de los turistas que deciden pasar sus vacaciones en esta zona del municipio de Arona.

"Son muchas las carencias que estamos padeciendo desde hace ya décadas y dicha circunstancia nos está perjudicando. Lo lamentable es que no comprobamos que desde el Ayuntamiento aronero se haga algo para resolver los múltiples problemas que venimos sufriendo de años", explican indignados los residentes.

Uno de los inconvenientes "más flagrantes" es el derivado de la seguridad vial, "porque desde la rotonda existente en la carretera general que baja a Las Galletas hasta la propia entrada del Palm-Mar se carece de acerado", manifiestan los vecinos.

Resaltan que este hecho provoca que "sea muy usual y frecuente ver a residentes y turistas caminando por los márgenes de una calzada que se encuentra llena de piedras, agujeros y desniveles en un trayecto superior a un kilómetro".

"La situación se agrava porque muchas de las personas que se dirigen a la urbanización lo hacen con maletas, carritos de bebés y niños pequeños, con lo que el camino todavía se endurece más", comentan algunos residentes.

"Dicha incomodidad se produce porque no contamos con guaguas que lleguen hasta el Palm-Mar y la parada está justo en la carretera general. Es decir, el gobierno local no lucha para que este transporte público entre a la zona residencial y tampoco hace nada para crear un acerado que facilite los traslados a pie", se lamentan los denunciantes.

Añaden que en la urbanización "tampoco tenemos marquesinas con paneles informativos sobre los horarios de las guaguas, por lo que no es extraño encontrarse a turistas y también residentes desorientados, que después de esperar un buen rato sentados sobre jardineras y muros deciden salir caminando de la urbanización".

Otro de los problemas que inquieta a los residentes es el estado en que se encuentra la playa y, "a pesar de estamos en una zona que atrae a muchos turistas, se encuentra abandonada por parte de las autoridades municipales".

"Somos conscientes de que la competencia en el litoral no es del ayuntamiento, sino de Costas. Ahora bien, tampoco observamos que se haya planteado a dicha administración supramunicipal ningún proyecto que redunde en la mejora de esta zona costera", resaltan.

Sin médico

Explican que la situación de esta franja marina aronera "la hace ideal para que se convierta en una playa de arena, retirando los callaos de la misma. Si se lograse una actuación de este tipo estamos convencidos de que Arona ganaría una costa más atractiva de los que es ahora, teniendo en cuenta que el litoral del Palm-Mar es bastante amplio y extenso".

Sin embargo, destacan que "las únicas zonas turísticas que interesan a los nacionalistas impulsar son las ciudades de Los Cristianos y Playa de las Américas, y los hechos así lo avalan y confirman".

La indignación de los vecinos aumenta porque la carencia de servicios "llega incluso a los básicos y la atención médica pública tampoco existe".

"Cuando nos ponemos enfermos estamos obligados a salir fuera del barrio y nos tenemos que desplazar, como muy cerca, al centro de salud que está en El Fraile. Eso deriva en un sinfín de molestias, más cuando se carece de servicio de guaguas y caminar hasta la carretera general supone un enorme esfuerzo con fiebre o dolores", explican.

Sentimiento de abandono

De este modo, ponen de relieve que "nos sentimos vecinos de tercera categoría y totalmente abandonados por las autoridades locales aroneras, quienes a pesar de que conocen nuestras carencias no mueven una mano para resolver, al menos, aquellas más fundamentales y perentorias. El trato que recibimos es injusto y no nos lo merecemos".

"Nosotros cumplimos con nuestras obligaciones tributarias, pero de nosotros el Ayuntamiento de Arona se ha olvidado completamente y nos han dejado a nuestra suerte", comentan muy enfadados los vecinos denunciantes.