Los índices de pobreza comienzan a ser visibles en el barrio de El Fraile "y es necesario que los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arona intensifiquen la actuación que vienen desarrollando en la actualidad", comentan vecinos del citado núcleo poblacional.

"Cada vez viene siendo más habitual ver a personas revolviendo en los contenedores de las basuras cercanos a establecimientos de alimentación. De hecho, aprovechan cuando éstos cierran para recoger los despojos tirados en los mismos", comentan los denunciantes.

Expresan que "en ocasiones han conseguido llenar varias bolsas con la comida que se ha desechado de los supermercados, pero existe el riesgo de que los indigentes sufran intoxicaciones porque lo que se tira al contenedor está normalmente caducado o en mal estado".

La situación se agrava porque "hemos visto cómo los que revuelven la basura después la reparten, queremos suponer que no la venden, entre otros indigentes", comentan los denunciantes con preocupación.

Ante los acontecimientos, consideran que el personal de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arona "debería acercarse al barrio en horas nocturnas para intentar hablar con estas personas y, a su vez, sacarlas de la situación de extrema pobreza en la que se encuentran inmersos".

"Estamos convencidos de que estos indigentes no acuden a solicitar ayudas municipales, al menos para comer, por vergüenza", manifiestan residentes.

"Lo que está claro es que la situación actual no se puede mantener y permitir por parte de las autoridades municipales porque se está al grado máximo de degradación que puede sufrir cualquier persona", resaltan.

Añaden que otra consecuencia es que "después de revolver en los contenedores mucha de la basura se queda esparcida por el suelo, ya que los indigentes no la depositan de nuevo en el interior del contenedor de la basura".

"Este hecho provoca que el suelo quede bastante sucio, a pesar de los esfuerzos de los barrenderos cuando se encuentran este panorama", aseveran vecinos de El Fraile.

Otros problemas

Otro de los males que "continuamos sufriendo y que no se ha conseguido ni siquiera controlar es el de las drogas", resaltan ciudadanos indignados, que consideran que "los esfuerzos" de los distintos cuerpos de seguridad "no han sido suficientes".

Explican que "los camellos campan a sus anchas y la droga se vende a cualquier hora y en cualquier lugar, incluso en los más sensibles y donde hay niños pequeños. Incluso las tarifas de los estupefacientes se pintan en muros, a la vista de cualquiera".

Así, los vecinos denunciantes demandan más presencia tanto de agentes de la Policía Canaria, Guardia Civil y, sobre todo, Policía Local, ya que "a estos últimos para que se acerquen por el barrio hay que hacer una instancia".