Los vecinos de Icerse no aguantan por más tiempo que la granja de gallinas continúe abierta después de que el Pleno de Candelaria ordenase su cierre e instan al grupo de gobierno a que proceda a su clausura.

"Desde hace muchísimo tiempo venimos luchando para que se proceda a la clausura de esta molesta actividad empresarial y ahora que por fin se adopta esta medida observamos que no se aplica", manifiestan indignados residentes de esta zona de la Villa Mariana.

"Es más, en el complejo se siguen vendiendo huevos al público como si no pasase absolutamente nada. La situación es increíble y la sensación es que no existe voluntad política para desplazarse hasta Icerse para precintar la granja", comentan los denunciantes.

De este modo, expresan que "los residentes seguimos padeciendo los malos olores que dan las gallinas y la presencia de moscas y cucarachas, entre otros insectos".

"De hecho, las ventanas de las viviendas más próximas no se abren para evitar que las casas se inunden con este tipo de pestilencias", advierten vecinos.

Los residentes tienen claro que "si el gobierno local no adopta medidas" aprobadas por el Pleno en un breve plazo de tiempo "no nos quedará más remedio que movilizarnos porque no estamos dispuestos a que se nos siga engañando por más tiempo", afirman.

Plazo ampliado

Por su parte, fuentes municipales resaltan que los propietarios de la granja de Icerse tienen un plazo de 40 días para llevar a cabo el traslado de los animales que tienen en el recinto.

Aseguran que los titulares de la citada empresa presentaron diversa documentación donde se constataba que los 10 días dados en un principio por el Pleno no les era suficiente para el cese de la actividad por el volumen de gallinas, por lo que en una sesión plenaria posterior "se acordó" proceder a la ampliación de la fecha tope.