Aunque el Ayuntamiento de Candelaria "está al día" en el abono de la cantidad que la corporación aporta directamente al colectivo por prestación de esta iniciativa, el servicio de taxi compartido dejará de realizarse a partir de mañana por parte de 10 de los 12 taxistas adscritos al mismo. La causa es que en los últimos tres meses (cuatro, en algunos casos) la administración acumula con ellos una deuda cercana a los 15.000 euros "situándonos en una situación de ruina y próxima a la bancarrota".

Esa cifra se obtiene de sumar el 1,35 euros que no han percibido los taxistas que les corresponde por cada uno de los viajeros que transportan, según queda recogido en el convenio firmado por la Asociación Profesional de Taxistas de la Villa de Candelaria con el ayuntamiento. Esa cantidad la obtiene cada empresario, a su vez, de la compañía Titsa a la que el Cabildo, propietario de la empresa pública, concede 30 céntimos del 1,35 euros.

El colectivo no se explica que Titsa no haya pagado el 1,05 euros restante "cuando la empresa ha cobrado esa cantidad por cada viajero que utiliza el bonobús, tal y como constatan cada vez que contabilizan la máquina canceladora".

Ni dos semanas

La decisión de parar fue adoptada anteanoche por 10 de los 12 taxistas que participaron en una reunión convocada para evaluar la situación y después de mantener un encuentro con el concejal de Transporte, Jorge Baute, de quien valoran su interés y quien les transmitió la disposición del Cabildo a "tratar de pagar" esos 1,05 euros en dos semanas. "Pero nosotros no podemos esperar ese tiempo, no tenemos capacidad económica para sostener esta situación", señalaron.

Entre este grupo de taxistas hay quien está a la espera de recibir el dinero que le adeudan para poder disponer del vehículo que tiene en el taller desde hace semanas, también los hay que tienen pendiente de pago algunas obligaciones tributarias, encontrándose todos con dificultades importantes para hacer un correcto mantenimiento del taxi. "Estamos obligados a parar porque no podemos más", añadieron.

Su preocupación inmediata es "que los usuarios estén debidamente informados de que dejamos de prestar el servicio desde este lunes", a fin de "evitar los perjuicios que eso les pudiera ocasionar teniendo en cuenta que hay quienes utilizan el taxi compartido para acudir a su trabajo".

El servicio de taxi compartido fue un proyecto puesto en marcha en Candelaria y que entró en funcionamiento a las 7:00 horas del 16 de marzo de 2009. "Desde el principio cobramos lo mismo, mientras sube el IPC, crecen los gastos de mantenimiento y baja el número de usuarios", indicaron.

Recomendación

Este grupo recomienda al sector en la Isla "que allí donde se plantee poner en marcha esta iniciativa elaboren un estudio previo porque, aunque se ha mostrado como deficitario, hay para quienes ha sido un gran negocio. Para los taxistas, no". En esa línea, mostraron su desasosiego porque "la realidad es que nos hemos cargado el trabajo que teníamos en el municipio y, encima, los vehículos que necesitamos para el taxi compartido no son rentables ni en ese servicio ni en el que se presta desde la parada tradicional".

La realidad se resume en que "el beneficio es mínimo e inferior a lo que gana un peón".