La crisis económica sigue causando estragos entre la población de la comarca Sur de Tenerife, donde, según los cálculos de Cáritas Diocesana, "cada día más de 400 personas sin hogar se ven obligadas a dormir en las calles de los distintos municipios".

Leonardo Ruiz del Castillo, director de Cáritas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, indicó que en el primer trimestre de este año ya se ha incrementado en un 10 por ciento el número de personas que acuden a este colectivo en el Sur para recibir ayuda, en relación a los resultados obtenidos en el ejercicio de 2011, donde esta organización asistió en toda la provincia a unas 25.000 personas y que en la actualidad ya no puede hacer frente a ese aumento, advirtió Del Castillo.

En este sentido, el responsable de Cáritas comentó que con casi 4.000 personas asistidas, el Sur ocupa el segundo lugar de Tenerife, después del área metropolitana en el número de asistencias, lo que representa el 19%, en un espacio que abarca los arciprestazgos de Güímar, Granadilla e Isora.

No obstante, Del Castillo hace hincapié en el número de personas atendidas en la zona de San Isidro, en Granadilla, donde se refleja una bolsa de pobreza importante, que se ha generado como consecuencia de los efectos que ha tenido la crisis en este ámbito comercial.

Esta organización hace frente a las demandas de ayudas gracias a las cuestaciones puntuales en las distintas parroquias y a las donaciones, aunque el director de Cáritas ya estima que el presente ejercicio se cerrará con un incremento del 12% de beneficiarios y un 14% en el caso de las familias.

Leonardo Ruiz del Castillo recordó que en la capital de la Isla hay en la actualidad unas 300 personas sin hogar, de las que más de cien son acogidas en el albergue y unas 40 plazas en los programas de Cáritas, con lo que se ven en la calle unas 50 personas. Mientras, en el Sur, donde se carece de albergue, "hay un área muy importante, como es Los Cristianos, donde se concentra un grupo conformado por medio centenar de de personas sin hogar llagadas de distintas zonas y que no encuentran las expectativas de empleo que buscaban. Cáritas las atiende dentro de sus posibilidades, sobre todo con alimentos, "pero no con acogida o un comedor". Incluso, este colectivo ha pagado algunos billetes de vuelta a sus lugares de origen.

Del Castillo indicó que este grupo no siempre está conformado por las mismas personas, aunque explicó que se trata de un colectivo que se desplaza por la comarca, "aunque hay parte del mismo que ya es habitual en la zona turística de Arona".

No obstante, con carácter general, el perfil de las personas que demandan ayuda en el Sur ha cambiado, y está conformado "por personas jóvenes, muy diferente del habitual de personas de en torno a los 40 años en exclusión social o extrema pobreza. Ahora hablamos de personas de 30 años, afectadas por la caída de bolsa de empleo impresionante que había en el Sur y que renunciaron a su formación para trabajar en la construcción o en el sector servicios".

Leonardo Ruiz del Castillo señala que muchas de estas personas han vuelto a las casas de sus familias, "un colchón que, junto a la economía sumergida, ha evitado un estallido social", algo que consideró que es un milagro diario ante la presión que sufre este colectivo. Reconoció que la economía sumergida "ya está saturanda", por lo que exigió "políticas de empleo y de apoyo a las Pymes, que son las que general el 25% de los puestos".

Sin embargo, el umbral de pobreza supera ya el 30% de la población, incluso con tasas superiores en zonas como Granadilla, con un 33%. Este efecto, dijo, arrastra al Norte, como Icod, donde muchos de sus vecinos han trabajado en las zonas turísticas.