El casco urbano de Arona se está ganando a pulso unas nuevas tendencias que comienzan a inquietar a una buena parte de la población que reside en esta zona del municipio.

Al conflicto derivado por la ocupación irregular de las viviendas sociales de Llano del Rey, inmuebles que nunca fueron adjudicados pese a que fueron construidos hace más de dos décadas, ahora se suma el botellón y el sexo en la calle en dos zonas concretas del casco, según se denuncia desde la Asociación de Vecinos Almácigo.

"Desde hace un tiempo venimos observando cómo los alrededores del cementerio y El Calvario son espacios que están eligiendo jóvenes para, por un lado, beber a destajo y, por otro, para mantener relaciones sexuales", manifiesta el presidente del citado colectivo vecinal, Sixto Mena.

La consecuencia de estas actividades, "que se dan principalmente los fines de semana, no es otra que la presencia en la calle de botellas de vidrio de bebidas alcohólicas, latas de refrescos y preservativos tirados por cualquier sitio, tanto en la calle como por jardines", asegura el responsable de Almácigo.

"Toda esta situación se está produciendo por la falta de vigilancia policial que padecemos en la zona alta durante las noches, que trae como consecuencia espectáculos nocturnos en plena vía pública", señala.

El gobierno local "debería actuar con inmediatez para evitar que este problema siga en aumento, porque se empezó con una villa cariño y zona de botellón y ya, después de unos meses, son dos", comenta el presidente de Almácigo.

"No queremos este tipo de comportamientos en el casco urbano y los nacionalistas cuentan con los instrumentos legales para erradicarlos, aplicando la Policía Local las ordenanzas", expresa.

"Estamos convencidos de que una vez se incoen unos cuantos expedientes sancionadores, la voz correrá y volverá la tranquilidad a estas zonas", comenta con preocupación Mena.