Ayer se volvieron a repetir las mismas escenas que desde hace muchos años se suceden cada madrugada y mañana del 7 de septiembre en Güímar. La Virgen del Socorro bajó desde la parroquia de San Pedro Apóstol, en pleno corazón del casco urbano, hasta el caserío al que da nombre, junto a la playa de Chimisay, como antaño se conoció ese rincón de la costa del Valle en el que los aborígenes hallaron la imagen.

A la Alcaldesa Honoraria y Perpetua del municipio la acompañaron miles de peregrinos por el Camino del Socorro, la ruta histórica que algunos interrumpieron para subir la Montaña Grande, un rito que se debe perder si prospera finalmente la recomendación de las autoridades.

Es la fiesta de los güimareros, pero también la de miles y miles de ciudadanos de otros puntos de la comarca y de la Isla que madrugaron para acompañar a la imagen y participar, con los productos y la música típica de la tierra, de una romería ancestral.

Este año de 2013 ser, además, histórico porque el próximo 16 de octubre tendrá lugar la peregrinación de la primera Bajada Lustral de la Virgen de El Socorro, un evento que se desarrollará durante una semana y que incluirá actos en los distintos pueblos.