José Juan Lemes, que nació en Güímar y vive en Candelaria, entró un día en el Ayuntamiento de Arafo a realizar la objeción de conciencia y hoy es el alcalde. Esta trayectoria de ascenso y "éxito" únicamente puede explicarse porque, en cada momento y en cada labor que ha desempeñado, supo ser discreto, eficaz y paciente; sobre todo supo esperar su momento. Un día le llegó la oportunidad de ser cabeza de lista del partido más votado. Y sorprendió a propios y extraños, porque no quiso ser "títere" de nadie. Apostó fuerte: o marcaba su propio camino o se retiraba de esa candidatura.

¿Ha tenido muchos problemas como alcalde?

Muchísimos. El consistorio tenía en 2011 una deuda de 3.500.000 euros. Uno de los más importantes fue la negociación con Urbaser, que gestionaba la recogida de la basura, los jardines y la limpieza de edificios municipales. Solo a esta empresa se le debían 1,5 millones y a Aqualia se le adeudaban otros 600.000 euros. Y las cuentas en junio de ese año estaban casi agotadas, como si se esperara que entrara la oposición a gobernar. Negociamos con directivos de Urbaser de Madrid que la deuda se saldaría a 6 años, mediante dos pagos anuales. Y gracias al Fondo Canario de Financiación Municipal y al programa de pago a proveedores de 2012, nos quitamos la deuda de 3,5 millones, incluyendo las facturas reconocidas y sin reconocer. Y, gracias a la situación actual, no entramos en la segunda fase del plan de pago a proveedores, pues hemos podido seguir pagando con recursos de tesorería.

¿Cómo han ajustado las cuentas?

No ha sido magia, sino buena gestión económica. Por ejemplo, cada trimestre se recaudaba 25.000 euros por el agua, pero el consistorio pagaba 93.000, lo que suponía un tremendo agujero. Dimos de alta en el registro a muchos dueños de viviendas y hoy se cobra cada tres meses 60.000 euros. Y el objetivo es llegar a 80.000. Hasta ahora pagaban unos pocos y actualmente todo el que tenga una casa en el municipio. También se ha subido 5 euros la tarifa, pero la factura hubiese sido mayor si la deuda la tuvieran que cubrir los que pagaban siempre. No es una política populista, pero sí justa y solidaria. Felicito la labor del concejal de Hacienda y su equipo.

La gestión económica ha sido una prioridad...

Sanear el ayuntamiento es una de las bases para saber a qué nos enfrentamos. En materia de agua implantamos los cortes de suministro por impago. Y desde la existencia de la deuda hasta el corte hay un protocolo para saber quién es el moroso. Al final descubrimos que aquellas personas que realmente no podían hacer frente a la factura eran 12 o 15, que ya son atendidas por Servicios Sociales.

¿Y el grupo de gobierno se ha ajustado también el cinturón?

Ya no gastamos 360.000 euros en fiestas, sino 30.000 o 35.000 euros. Y hemos bajado desde el principio un 60 por ciento la partida de altos cargos y personal de confianza. También revisamos todos los contratos, desde la telefonía hasta la fotocopiadora. Y los concejales del grupo de gobierno usamos nuestros teléfonos particulares. Así nos preparamos para las medidas que implantó el Gobierno estatal en diciembre del 2011. Ese año acabamos con 2 millones de deuda y el ejercicio siguiente se cerró con 233.000 euros en negativo. Y 2013 esperamos liquidarlo con cifras positivas.

¿Esos ajustes han afectado a los Servicios Sociales y las prestaciones a los ciudadanos?

Todas esas medidas se han hecho sin dejar de lado el modo de vida de Arafo. Además, hemos recuperado la Escuela de Teatro, hay más actividades deportivas, se ha constituido la escuela municipal de lucha canaria y se ha unificado el equipo regional de fútbol con la escuela local de dicho deporte. Y en el Auditorio casi no hay fines de semana sin algún tipo de actividad cultural. La partida de Servicios Sociales aumentó este año y volverá a crecer en el presupuesto del 2014. Atendemos personalmente a los vecinos necesitados y les pedimos a los miembros del Pleno de todos los partidos que nos digan si se nos escapa alguien para ofrecerle ayuda.

¿Tuvo muchos obstáculos para llegar a la Alcaldía?

La Alcaldía es lo que yo quise que fuera: libre y sin ataduras de ningún tipo. Y sin nadie detrás dirigiéndome. He tenido que aprender muchísimo y sigo aprendiendo. Y, sobre todo, cosas vetadas para mí.

¿Qué cosas estaban vetadas para usted?

El Plan General de Ordenación, por ejemplo. En mi etapa de concejal y cuando se sabía que podía ser el candidato nunca tuve acceso al documento.

¿Ha hecho alguna modificación del mismo?

Se hará lo justo. Y si no, estoy dispuesto a empezarlo de nuevo. Y no habrá discriminaciones. Si objetivamente tienen que perder, que sean varios los afectados, no uno solo.

¿Pensaban utilizarlo como un títere o un "florero"?

Pretendieron que fuera un títere. Lo pretendió (en referencia al anterior alcalde, Domingo Calzadilla) y lo dio por hecho, sin preguntármelo. Y cuando me di cuenta, le puse sobre la mesa que podía elegir a otra persona. Y lo intentó, pero ya era muy tarde. Y yo me hubiera ido antes de ser un títere.

¿Ha sido difícil romper con un "pasado" tan largo?

Sí. Ha sido difícil. Personalmente he tenido que hacer un ejercicio de "autoconvencimiento".

¿La participación de los ayuntamientos del Valle en la gestión del polígono es una carga económica más?

Esperemos que no. Estamos en negociaciones para que la entidad de conservación, integrada por los tres ayuntamientos (Güímar, Candelaria y Arafo) y los empresarios, obtenga con sus estatutos la solución más idónea para que el Polígono sea modélico en infraestructuras, servicios y atractivos. Opino que las administraciones deben ir de la mano de la patronal e intento que los técnicos busquen soluciones a todos los proyectos que se presentan en el ayuntamiento. Intento una rápida gestión de todos aquellos proyectos cuyos promotores encuentren en Arafo una referencia por su ubicación y una ágil gestión administrativa.

¿Cuántos parados hay en su municipio?

Unos 750 vecinos aproximadamente, lo que supone el 17 por ciento de la población.

Ayudas a la música

Lemes dice que "seguiremos con el apoyo a la música, a través de la Asociación de Músicos (AMA) y a la Escuela de Música". Respecto al primer colectivo, "por primera vez tendrá una subvención, al igual que se dará a las bandas y a otras entidades culturales". "AMA demuestra, con otros grupos, que Arafo no es música sólo por un cartel a la entrada del pueblo y estoy orgulloso de ello", añade.

Mantener competencias

El regidor dice que le parece un despropósito que la Ley de Bases de Régimen Local pretenda que aquel municipio de menos de 20.000 habitantes que no cumpla con estándares de calidad de servicios por una gestión ineficaz anterior pierda ahora su identidad cultural. Y no me preocupa el sueldo de alcalde ni el número de concejales liberados; una propuesta con la que estoy de acuerdo, sino perder competencias.

Atractivo turístico

Lemes comenta que desde el departamento de Turismo están en conversaciones con organizaciones turísticas para intentar traer al municipio semanalmente a turistas que conozcan la gastronomía, los vinos, el pan, las tradiciones, el patrimonio histórico y la música de Arafo. Por ese motivo, el alcalde explica que la partida presupuestaria de Turismo ha aumentado con el fin de promocionar el municipio.