Las fuertes rachas de viento en la costa de Santiago del Teide durante la madrugada de ayer causaron importantes destrozos en mobiliario urbano, casas, restaurantes o comercios. Pero los mayores daños los sufrieron el hotel Los Gigantes y el Barceló Santiago con la pérdida de cristaleras en balcones, habitaciones y zonas comunes. El concejal de Hacienda, Emilio Navarro, confirmó ayer a EL DÍA que, como consecuencia de la grave situación, hubo que desalojar a clientes de habitaciones en las plantas 6, 7 y 8 del hotel Los Gigantes. El director de este establecimiento, Antonio Rosselló, explicó que fueron siete las habitaciones afectadas por rotura de cristales en ventanas. Además, hubo similares problemas en la zona de piscinas y el comedor. Y se desprendieron algunas chapas de hierro que recubren el hueco del ascensor. Los elementos desprendidos fueron instalados hace pocos años cuando se remodeló el edificio. El viento fuerte comenzó a las 3:30 horas de la madrugada.

Rosselló se reunió a mediodía con turoperadores para explicar la situación y la mayoría de los clientes decidió seguir en el hotel, pues comprendió que no era culpa de la empresa, aunque algunos optaron por realojarse en otro complejo. El director señaló que las entradas a 37 habitaciones previstas para ayer sí fueron desviadas a otros establecimientos.

En el Barceló Santiago, en Puerto Santiago, se vieron afectadas cuatro habitaciones por rotura de cristales. En el restaurante, tras caer los vidrios de los ventanales, el viento tiró mesas, sillas y los calentadores de comida. Peor fue en la zona de la piscina, donde las fuertes rachas arrasaron las hamacas y sombrillas, según el primer teniente de alcalde, Ibrahim Forte.

Los problemas obligaron al alcalde, Juan Gorrín, a adelantar por unas horas su regreso de Fitur.

Emilio Navarro señaló que el viento también provocó daños importantes en cerramientos de aluminio y cristal en azoteas, terrazas o balcones de viviendas particulares. Además, algunos toldos de restaurantes y comercios sufrieron destrozos considerables. El desprendimiento de una plancha metálica, por ejemplo, causó daños en un Peugeot 106 aparcado en una de las calles de Los Gigantes. En los jardines cayeron palmeras y algún ejemplar de cactus de gran altura. Forte añadió que en la plaza de Puerto Santiago el viento arrancó de raíz varios árboles, mientras que en Playa de La Arena destrozó la marquesina de una parada de guaguas, a la vez que tiró numerosas farolas.