El alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín Domínguez, manifiesta que la principal carencia de su municipio es el Puerto de Fonsalía, un proyecto que tiene un ámbito provincial y que, como otras infraestructuras del Sur de Tenerife, pasan las décadas sin que termine de hacerse realidad.

El regidor isorano señala que dicho proyecto está inmerso en un "interminable procedimiento, que empezó en el año 1995, cuando llegué a la Alcaldía".

Martín opina que la construcción y puesta en funcionamiento de este recinto portuario resulta fundamental, tanto para Guía de Isora como para toda la provincia occidental.

Irónicamente, el alcalde señala: "Santa Cruz (en referencia al Gobierno de Canarias y el Cabildo) nos sigue viendo demasiado lejos". Y uno de los ejemplos de las carencias por las que pasa Guía de Isora es el anillo insular de carreteras. Recuerda que el retraso en la terminación de dicha autopista "hoy es debido a la negación del Gobierno del Estado de cumplir con sus compromisos, pero en el pasado fue el Gobierno canario el que no veía la vía como una prioridad".

Pedro Martín señala que, en el ámbito exclusivo de su municipio, una de las carencias principales se halla en el saneamiento, pues los núcleos de medianías continúan sin tener un tratamiento integral de aguas residuales".

Recuerda que los proyectos integrales a nivel comarcal en materia de saneamiento, que afectan a Guía de Isora, Santiago del Teide y Adeje, "están actualmente paralizados y no hay financiación para continuarlos".

El regidor comenta que "se trata de uno de esos problemas que no se ven y, en realidad, es uno de los asuntos pendientes más preocupantes a nivel comarcal e, incluso, insular".

En cuanto al presupuesto para 2014 que el consistorio isorano acaba de aprobar, se muestra satisfecho de que, a pesar de la coyuntura económica, no haya tenido que suprimir ni uno solo de los servicios municipales en los últimos seis años".

Además, destacó que, gracias a operaciones financieras desarrolladas con los bancos, el ayuntamiento ganó unos 92.000 euros en total.

En cuanto a la política del Estado de intentar reducir al máximo el endeudamiento de los ayuntamientos, Martín opina que "no se trata de que no se pidan créditos, sino que se inviertan en infraestructuras útiles a los ciudadanos y que el dinero recibido se pueda devolver".