El concejal de Turismo y Transportes de Adeje, Rafael Dolado, asegura que la Dirección General de Costas solicita a la empresa concesionaria de los servicios de temporada de la playa del Duque que afronte el segundo proyecto de reforma de la playa de El Veril, con el objetivo de que vuelva a ser utilizada por los centenares de miles de turistas que pasan por dicho enclave cada año y, en consecuencia, que se exploten servicios de temporada.

La playa de El Veril está situada junto a la de El Duque, pero ha corrido una suerte muy diferente.

A mediados de los años 90, la zona de baño de El Veril, a la altura de los dos hoteles de la cadena Riu, fue remodelada con una gran inversión. Se colocó arena artificial y, como protección, se construyeron varios diques semihundidos.

Sin embargo, pocos años después, el oleaje se llevó toda la arena depositada en el litoral y en el 90 por ciento de su superficie únicamente se puede pisar sobre callaos. Tan solo una esquina de la citada playa conserva arena durante todo el año y puede ser utilizada por los bañistas. El resto de la playa lleva más de tres lustros convertida en un "desierto" de callaos.

Según el edil adejero, Costas plantee la recuperación de este espacio de baño para que se exploten servicios de temporada. Supuestamente, dicha actuación debe ser acometida por el empresario que tiene la concesión administrativa de los servicios de hamacas y sombrillas en la playa de El Duque, que es el que también tiene los derechos sobre las mencionadas prestaciones en El Veril.

Según Rafael Dolado, Costas advierte de que, en caso de que no se hagan tales reformas, se debe convocar por el Ayuntamiento un concurso para que otra sociedad explote los servicios de temporada en dicho enclave.

Además, una de las obras que se han convertido en una asignatura pendiente en dicho enclave de la zona turística es la construcción de un puente peatonal entre la citada urbanización de El Veril y la zona hotelera y comercial de La Enramada (San Sebastián).

Uno de los problemas es que dichas áreas están separadas por la desembocadura del barranco del Infierno y, cuando existen lluvias intensas, las escorrentías provocan serios daños en cualquier paseo que se construya sin elevación.

Por ese motivo resulta necesaria la realización de un puente peatonal, con el objetivo de mejorar la accesibilidad de los turistas y residentes que caminan por el lugar, según señala el concejal de Turismo de Adeje.