La alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro, salió ayer al paso de las declaraciones realizadas por el coordinador científico del Involcan (Instituto Volcanológico de Canarias), Nemesio Pérez, acerca de su "sorpresa" por el anuncio de la construcción de una planta geotérmica en una de las canteras de áridos abandonadas en el barranco de Badajoz.

La regidora asegura que, en primer lugar, los permisos para la futura explotación de este recurso energético deberán ser otorgados por la Dirección General de Minas del Ministerio de Industria.

En el artículo 4.2.b sobre las competencias en esta materia, se indica que "la autorización administrativa para la construcción, explotación, modificación sustancial, transmisión y cierre de las instalaciones cuya potencia instalada supere los 50 MW, o estén en el mar," corresponden al Estado, "previa consulta en cada caso con las comunidades autónomas afectadas por la instalación".

En cualquier caso, el consistorio güimarero no despeja la duda sobre qué influencia puede tener que el Gobierno canario haya otorgado una concesión para exploración geotérmica en este municipio a la empresa hispano-australiana Petrathers.

La alcaldesa explica que el próximo paso que deberá acometer el consorcio eslovaco que anunció la construcción de la central geotérmica será el estudio de impacto ambiental y el trabajo de campo de sus geólogos.

Según los datos aportados por el consistorio, para implantar la tecnología que quieren usar los inversores eslovacos "no resulta necesario efectuar búsquedas tan exhaustivas, pormenorizadas y costosas" como manifestaron a EL DÍA Nemesio Pérez y el director del ITER, Manuel Cendagorta.

Según indica la corporación local y recoge la página de internet del Instituto Geológico y Minero de España, en el sistema de "roca caliente seca (HDR) -el elegido por la sociedad eslovaca- no existe fluido portador de calor ni materiales permeables, pues ambos factores son introducidos artificialmente por el hombre". Es decir, que, según los promotores, la central geotérmica de Güímar empleará la tecnología HDR mediante la creación de un depósito geotérmico artificial". Castro aclara que su labor acaba con la gestión para que dicha actividad se implante en Güímar y apunta que la inversión, pérdidas o beneficios pertenecen a una sociedad privada.