Policías locales de Arona intervinieron el pasado domingo por la tarde en la zona de las atracciones de feria de Los Cristianos y comprobaron que los empresarios carecían de un plan de autoprotección aprobado por un funcionario del Ayuntamiento de Arona para poder abrir al público.

Ante esa circunstancia, fuentes policiales explicaron que los feriantes decidieron cerrar voluntariamente sus atracciones para evitar que los agentes municipales se las precintaran.

Las diversas atracciones de feria se sitúan en la explanada que habitualmente se utiliza para aparcamiento en las inmediaciones del edificio Edén y del complejo Valdés Center.

Los propietarios de las atracciones contaban con autorización legal y plan de autoprotección para abrir en las semanas de los carnavales de Los Cristianos.

Sin embargo, muchos de esos feriantes no desmontaron sus atracciones, sino que las mantuvieron instaladas para poderlas abrir en las jornadas de Semana Santa, cuando el número de turistas, tanto locales como extranjeros, aumenta sensiblemente en todos los núcleos turísticos del Sur de Tenerife.

Sin embargo, para esta semana no disponían del informe que emite un ingeniero municipal adscrito al departamento de la Oficina Técnica. Dicho funcionario realiza para estos casos una inspección y en su escrito determina si las atracciones reúnen o no las condiciones de seguridad adecuadas en cada caso. Y no es la primera vez que ocurre un caso similar, precisamente con los feriantes en Los Cristianos. En Navidad, la Policía Local tuvo que cerrar dicho espacio de ocio, ya que tampoco existía el obligatorio plan de autoprotección. Según recogió la Policía Local en una primera declaración de algunos feriantes, el permiso verbal se lo dieron dos concejales del consistorio aronero. Pero ya eso no es suficiente.