"Un paisaje de ruinas". Así definió hace más de 10 años el profesor y exconsejero insular Wladimiro Rodríguez Brito la zona de los barrancos de Güímar. Gigantescos agujeros y montañas "mordidas" para extraer millones de toneladas de áridos que sirvieron de elemento fundamental para la "fiebre" de la construcción. Esas "heridas" siguen siendo una asignatura pendiente para el municipio. Y motivo de polémica política. El cierre de las canteras ya se consiguió. ¿Y ahora qué?

Hace menos de un año que Carmen Luisa Castro llegó a la Alcaldía tras un pacto con CC y Alternativa por Güímar. Castro se propuso buscar inversiones de empresas que se establecieran en esas canteras abandonadas y que generaran empleo y riqueza. Hay un dato: casi 3.000 vecinos censados en Güímar están en paro y el 90 por ciento de las entrevistas que tiene la regidora con ciudadanos está vinculado a que están pasando dificultades económicas.

Con esas circunstancias, Carmen Luisa Castro se lanzó a buscar inversores a través de cámaras de comercio extranjeras. Y hay que reconocer que, con el paso de los meses, ha ido anunciando proyectos "sorprendentes" y "nada convencionales". Ni grandes hoteles de lujo, ni "glamurosos" centros comerciales, ni campos de golf con urbanización paralela ni palacios de congresos. En octubre presentó un parque de atracciones, con hotel incluido, en la cantera de Agache, junto a la autopista. El proyecto se denominó Mimiland Park. A pesar del entusiasmo del consistorio güimarero, ni Cabildo ni Gobierno canario han dado el "sí quiero". Y el asunto debe ser valorado por un Comité de Inversiones, que tampoco se pronuncia. Hasta ahora, cuando a la alcaldesa se le pregunta que cómo va el asunto, se encoge de hombros. No se sabe. El promotor es Andrés Alonso, quien afirma representar a un fondo de inversiones de Miami. El proyecto oficialmente se tenía que presentar a finales de marzo, pero aún no hay convocatoria para el evento. En las últimas semanas, los enfrentamientos en las redes sociales entre Alonso y ediles del PSOE y de Sí se Puede han centrado la actualidad de la iniciativa. Hasta el punto que Alonso denunció en la Policía Local a varios concejales que han dudado de la seriedad de su propuesta.

Planta geotérmica y fábrica de biodiésel

A comienzos de abril surgió un nuevo proyecto. Un consorcio eslovaco, según el ayuntamiento, está dispuesto a efectuar una inversión considerable para crear una central geotérmica; es decir, una planta que genere energía a partir del vapor de agua, tras la inyección de agua y un sistema artificial de calentamiento de la misma. El mismo día en que la noticia se publicó, el coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, llamó a la alcaldesa para mostrarle sus "reservas" sobre tal idea. Pérez cree que el Gobierno canario debe otorgar los permisos para explorar y en Güímar están concedidos a una sociedad hispano-australiana, que no ha obtenido los resultados esperados. Castro respondió que su papel, sencillamente, es atraer inversiones y que si estas salen bien o mal es problema de la empresa. Y la semana pasada, la alcaldesa volvió a anunciar otro proyecto. Una sociedad británica está interesada en invertir en la producción de biodiésel a partir de neumáticos usados y otros residuos. La edil de Sí se Puede, Gloria García, solicitó al grupo de gobierno que adopte una actitud más seria a la hora de presentar proyectos e inversiones empresariales de estas características, entre otras cosas, porque no se puede jugar con las ilusiones de miles de parados. Y las inquietudes de los partidos de la oposición en el ayuntamiento se resumen en si las autoridades locales "están vendiendo humo".