Secundino Delgado (1867-1912) está considerado como el "padre del nacionalismo político canario" por algunos investigadores de su obra y defensores de la independencia del Archipiélago. Sin embargo, algunas de esas personas destacan que fue mucho más: un escritor, periodista, revolucionario en Cuba y agitador social, entre otras cosas.

Llevó una vida intensa y azarosa. Delgado llegó a Arafo en 1901. Su esposa, la estadounidense Mary Trifft, estaba enferma y los médicos le aconsejaron que residiera en el campo. Fue así cómo la familia de Secundino llegó hasta la casa de la Esquina de los Carros, en la Plazuela del Llano.

Una de las personas que ha investigado la polifacética figura del periodista, Jorge Pulido Santana, miembro del colectivo Secundino Centenario, explica que Delgado siempre se refiere al pueblo sureño como un enclave de felicidad. En el año y medio que residió en Arafo, Secundino publicó el periódico Vacaguaré, cuyo contenido "independentista" llegó a ser tratado en el Parlamento de Madrid, según Pulido. Vacaguaré se editaba en La Laguna y Delgado pasaba 20 días en la ciudad y los otros 10 en Arafo, donde se reunía con su esposa y sus hijos Darwin y Lila. Según relataría más tarde, fue precisamente Lila la que lo despertó cuando dormía en el granero de la casa de la Plazuela del Llano para advertirle de que dos guardias civiles estaban en la puerta y preguntaban por él.

Delgado fue detenido, según Pulido, por su supuesta vinculación con un atentado que llenó de heces la Capitanía General de La Habana, a pesar de que dicho arresto vulneraba el Tratado de París, por el que no se podían tomar represalias por actos cometidos durante la finalizada Guerra de Cuba. Pero Secundino también era molesto en su condición de editor del periódico Vacaguaré y como organizador de la manifestación que se celebró el primero de mayo de 1901 en Santa Cruz.

El ex capitán general de Canarias Valeriano Weyler y Nicolau, que ya estaba destinado en Madrid, no se lo perdonó. Y Secundino fue arrestado.

El objetivo de Secundino Centenario es convertir la citada casa, propiedad del Cabildo, en un centro de estudios de la obra de Delgado. Según Pulido, hoy se pone la primera piedra y la intención es que la antigua vivienda se convierta en un espacio al que lleguen documentos de América, la Península y Canarias sobre la trayectoria de Secundino, con el fin de que su labor se conozca mejor.