Lo que el Ayuntamiento de Arona no se atrevió a hacer el martes 17 lo terminó materializando: clausuró el centro comercial Starco porque los informes técnicos determinaron que sufría daños en su estructura. La medida, además, se produjo después de tener conocimiento de que el asunto estaba ya en conocimiento de la Fiscalía, a quien lo trasladó la Jefatura de la Policía Local.

Situado en Playa de las Américas, han transcurrido más de 30 años desde su puesta en funcionamiento en pleno corazón de la franja turística antaño más bulliciosa: en las inmediaciones de Verónicas. Al otro lado de la calle, el centro comercial Starco es uno de los símbolos del turismo de consumo. Hoy se encuentra en lo que algún empresario define como "el área más deprimida de Playa de las Américas".

El problema principal se encuentra en dos columnas emplazadas en un sótano del área más moderna de este complejo. Al parecer, un técnico municipal logró acceder a dicho sótano, donde observó numerosas fisuras en recubrimientos de los pilares, "claramente indicativas de un avanzado proceso de corrosión-oxidación de las mismas". En su informe, especifica que "existen numerosas filtraciones de agua que provienen de las plantas superiores y que, en algunas zonas, contribuyen al agravamiento de las patologías detectadas".

La solución pasa por invertir unos 200.000 euros en la reparación estructural de todo el edificio, así como el arreglo del saneamiento para evitar las filtraciones de agua.

El centro comercial Starco cuenta con dos comunidades de propietarios; en una de ellas aparece el dueño de la mayor parte del inmueble, mientras que la otra la forman los "pequeños" inversores. El primero de ellos fue quien advirtió de la problemática que se suscitaba en la edificación, señalando que percibía el riesgo de colapso de esta construcción.

Una parte de los propietarios de los locales que conforman este complejo aseguran que el problema no afecta al edificio en sí y que los técnicos no han podido acceder al lugar para comprobarlo.