Un agujero en el tubo a menos de 300 metros de la costa y a 7 metros de profundidad, una tapa, un macarrón (cuyo sobrante no cortaron) y el destornillador que emplearon en esta obra es la reparación realizada del emisario submarino de Las Caletillas, por la que el Ayuntamiento de Candelaria pagó 20.000 euros, según informó en su día el concejal de Urbanismo y Aguas, Domingo Ramos.

"Una absoluta chapuza que no resuelve nada, sino que puede generar más problemas", manifestó ayer la concejal de Sí se Puede, Mayca Coello, tras la proyección de un vídeo grabado el pasado día 22, ocho días después de reabierta la playa. Es más, en el lugar permanecen los restos del vertido producido durante el arreglo.

El emisario submarino de Las Caletillas tiene cuatro difusores. Los tres primeros, obstruidos y taponados desde hace décadas, el cuarto se ubica a entre 250 y 300 metros de la costa y a 29 metros de profundidad. Ese es el que vierte constantemente las aguas residuales del municipio al mar. "Los últimos 100 metros del emisario están obstruidos desde los años 80", afirmó el biólogo marino y miembro del comité local de Sí se Puede, Agustín Espinosa.

Convencidos de que este emisario "se volverá a obstruir y romper", abogan por la depuración como la solución para los 2,5 millones de litros de aguas residuales que vierte diariamente el Valle de Güímar al mar por los tres emisarios de Candelaria y por el del Polígono Industrial. De este, Coello recordó que su vertido es "mucho más peligroso" que el del resto por contener productos altamente contaminantes. Este panorama es el que produjo una denuncia a España (año 2008) por parte de la Unión Europea y una condena judicial al Cabildo y al Gobierno canario (año 2011) por importe de 400.000 euros.

El Plan Hidrológico Insular contempla la puesta en funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Valle de Güímar en 2017. "Será tarde", sentenció.

La rehabilitación y puesta en marcha de la depuradora comarcal debe ser una prioridad, apuntó la concejal, quien lamentó los perjuicios que los vertidos tienen en la economía del municipio, "pero la situación es grave". Tampoco obvió que el proyecto de la playa nueva de Punta Larga deja el emisario del lugar "dentro de la playa" y que los dos millones invertidos en la zona de San Blas debieron destinarse a construir una escollera semisumergida.