Los vecinos de las siete comunidades existentes en torno a la plaza de Galicia (El Médano) llevan tres años quejándose y denunciando formalmente los perjuicios que les ocasiona la actividad de un establecimiento de ocio emplazado en el lugar. El exceso de ruido, las jornadas prolongadas hasta más de las cinco de la madrugada, el escándalo de la clientela en zonas comunes externas al local y el humo que se cuela en viviendas forman parte del listado de molestias.

La consecuencia es, esencialmente, que no pueden descansar, que el sueño "es algo casi imposible de conciliar", hasta el punto de que "hay muchos que toman pastillas para dormir".

Ante el Ayuntamiento de Granadilla de Abona han presentado escritos y firmas, siendo numerosas las veces que en estos tres años han llamado a la Policía Local que, "una veces vienen y otras no; hay ocasiones en las que ni se bajan del coche y hay otras en las que reciben un qué pasa tío como saludo de los clientes de este local".

Son más de 600 viviendas en este entorno cuyos habitantes padecen un ruido que llega a triplicar el máximo de decibelios autorizado. "Antes empezaba a las once o doce de la noche, ahora ya abre a las ocho de la mañana", "cierra a las cinco de la madrugada, pero del local continúan saliendo clientes a las siete y media" y "aquí hay embarazadas y niños que tienen que tragarse hasta el humo de los porros que se fuman ahí".