El hecho de que el Parlamento de Canarias haya aceptado a trámite la proposición de ley sobre la ordenación de los barrancos de Güímar que promueve el Cabildo, con el respaldo del ayuntamiento, es solo un paso más hacia la solución política que se pretende dar al problema de la extracción de áridos en el municipio del Sureste, especialmente en los barrancos de Badajoz y de Piedra Gorda. Sin embargo, los órganos judiciales tendrán que pronunciarse aún en las denuncias cruzadas que están tramitando.

En 1997, la entonces alcaldesa, Vicenta Díaz, decretó el cierre y precinto de cuatro canteras. Esa medida, recurrida por los empresarios, fue rechazada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). En noviembre de 1999, autoridades y vecinos cerraron temporalmente los accesos a las extracciones hasta que las partes llegaron a un acuerdo. Pero el cierre llegó en abril de 2008, es decir, 11 años después de que lo determinara Vicenta Díaz.

La primera industria de extracción de áridos fue precintada el 21 de junio de 2004. Lo hizo Javier Mederos (CC) en su condición de alcalde accidental y afectó a Áridos del Atlántico, acción que repitió el 15 de diciembre del mismo ejercicio con Áridos del Puertito. El siguiente ocurrió en febrero de 2005, cuando otras dos canteras fueron clausuradas. El 9 de abril de 2008 es una fecha que está ya en la historia de Güímar, porque ese día fue cuando la autoridad cerró El Fregenal. Comenzaba la lucha por la restauración de la zona.

Cubrir los hoyos de más de 100 metros de profundidad y de más de 300 metros de ancho creados merced a la extracción de árido en los barrancos de Güímar requerirá mucho tiempo y su coste actual está cifrado en 201.567.122 euros, según la tasación realizada a instancias de la Fiscalía en las diligencias previas que se siguen en un juzgado de Güímar. ¿Quién pagará?

Carmen Luisa Castro, actual alcaldesa, tiene claro que lo debe hacer la iniciativa privada, la misma que ya está planteado varios proyectos para una zona que, además, debe ser recuperada para la actividad agrícola. En el entorno, hay voces que empiezan a cuestionarse "si están mirando más para otros fines que para los que somos de aquí".

Una planta de transformación de neumáticos en energía, la primera central eléctrica geotérmica de alta temperatura de España, y la construcción de un parque de atracciones son las propuestas que hoy marcan el futuro de la zona y del municipio. Y como dice la alcaldesa, "no estoy loca ni vendo humo".