La mejora del firme de la carretera que une Arico Viejo con el Porís de Abona supondrá una inversión de 700.000 euros. Los trabajos comenzarán en breve e incluyen la repavimentación de la calzada, la construcción de cunetas y la eliminación de curvas peligrosas. Las obras, que se realizarán en dos fases, se desarrollarán en horario nocturno para evitar molestias a los conductores.

El alcalde y el concejal de Urbanismo, Juan José Armas y Álvaro Arbelo, respectivamente, afirman que la adecuación de la calzada programada por el Cabildo impulsará el desarrollo socioeconómico del municipio.

"La mejora de la TF-625 entre Arico Viejo y Porís de Abona se prolongará hasta 2016", resaltan ambos mandatarios sureños, quienes destacan que las actuaciones que se contemplan incluyen la construcción de cunetas y la supresión de curvas peligrosas.

Los trabajos "son muy importantes porque dicha carretera es una de las arterias principales de nuestro municipio, ya que da acceso a los barrios de medianía de la zona este de Arico", explican Armas y Arbelo. Para ambos, la implicación y sensibilidad del Cabildo, y más concretamente la Consejería insular de Carreteras, es un dato destacado por las autoridades locales "porque el consejero ha atendido una de las demandas que habíamos planteado desde el Ayuntamiento de Arico".

Además, consistorio y Cabildo suscribieron un convenio por el que la Administración insular cede parte de la carretera C-822, a su paso por el Porís de Abona. En concreto, la Corporación municipal ariquera asume unos 800 metros de calzada que se adentran por el casco urbano de este núcleo costero.