El cierre de la piscina cubierta de Güímar desde el mes de septiembre motiva el cruce de acusaciones entre el grupo popular (que ostenta la Alcaldía) y el PSOE. Ambos partidos, coaligados en el gobierno local en el momento en que fue inaugurada y puesta en servicio, se acusan de haber hecho una mala gestión en este asunto.

El grupo municipal del PP dijo no entender que el exalcalde "se atreva a pedir la dimisión del concejal de Deportes cuando son sus lodos y su herencia la que nos ha llevado a esta situación de privar a los vecinos de la piscina municipal".

El PSOE consideró que el grupo de gobierno ratificaba así ante los ciudadanos "que el concejal de Deportes, Pedro Daniel Pérez, debe dimitir por no haber sido capaz de realizar ninguna gestión en la problemática abierta entre el ayuntamiento y la concesionaria".

En PP calificó de "esperpéntica" la petición de dimisión realizada por el Partido Socialista recordando que la misma "fue adjudicada antes de que este concejal de Deportes entrara en el ayuntamiento". El PP acusa al PSOE de que "no le importa tanto la apertura de la piscina como sacar carnaza de esta lamentable situación".

Los socialistas recuerdan que la piscina fue recibida por el Cabildo, que fue quien la construyó, con todos los informes técnicos y jurídicos favorables, y, posteriormente, una vez traspasada al ayuntamiento, se adjudicó a la concesionaria.