Adeje cerró ayer sus fiestas patronales con la celebración de la última romería de la isla. Miles de personas se congregaron a lo largo de la calle Grande para disfrutar de un evento que atrae a multitud de turistas y residentes.

El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, manifestó: "Este año, las fiestas se han caracterizado por la convivencia, eje vertebrador y pilar fundamental en la construcción de una sociedad equitativa. A lo largo de estas últimas semanas hemos podido ver cómo este valor universal nos ha proporcionado un sinfín de buenas noticias, entre ellas, la celebración de los veinticinco años de hermanamiento con el pueblo alemán de Unterhaching".

La romería se inició a las 13:00 horas tras la feria de ganado y la misa romera. Catorce carretas tiradas por bueyes y pertenecientes a diferentes colectivos hicieron acto de presencia en las calles adejeras decoradas con motivos tradicionales canarios. En el acto, que organizó el Ayuntamiento de Adeje con el Grupo de la Escuela Municipal de Folclore, romeros y romeras fueron ataviados con los trajes tradicionales canarios y compartieron las viandas típicas de la tierra con el público.

La romería terminó en la iglesia de Santa Úrsula Mártir, donde la patrona del municipio, la Virgen de la Encarnación, junto a los dos copatronos, Santa Úrsula y San Sebastián, recibieron las ofrendas de los diferentes grupos.

Como cada año, la romería contó con asociaciones musicales y cuerpos de baile de diferentes partes de la Isla, como el Grupo Folclórico Resonar del Bucio, cuyos miembros ofrecieron, al principio y al final, el sonido de esta particular caracola de gran tamaño.