El mes de marzo deben concluir los trabajos de eliminación de la pedregosidad, nivelación y compactado del firme del sendero, la reparación de los muros de contención, la mejora de las salidas de agua del sendero, la instalación de nueva señalética y retirada de residuos y basuras del cauce del barranco del Infierno. Estas obras comenzaron en diciembre y su realización posibilitarán la reapertura de este enclave.

Esta reserva natural especial permanece cerrada a los visitantes desde que en agosto del año 2010 se registró un accidente en el que falleció una turista alemana. Desde entonces, el barranco del Infierno es un lugar prohibido a las visitas. Fue el 9 de agosto de 2013 cuando el Cabildo y el Ayuntamiento de Adeje firmaron un acuerdo para desbloquear la apertura del sendero, una medida que nunca se produjo. Sin embargo, los senderistas se arriesgaron durante estos años a caminar por el interior de este espacio, incluso con nuevos accidentes, como el ocurrido el 4 de marzo de 2014, en el que otra persona estuvo afectada por desprendimientos.

La actuación actual supone una inversión de 182.000 euros, cofinanciados en un 85% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). Para la consejera insular de Medio Ambiente, Ana Lupe Mora, se trata de mejorar la seguridad para los visitantes. Entre las medidas que se aplicarán, una vez se produzca la reapertura, estará el establecimiento de la cita previa para acceder a este espacio protegido.

La reserva natural especial del barranco del Infierno es un espacio protegido de 1.843,1 hectáreas, con barrancos profundos separados por lomas estrechas y los Roques del Conde, Imoque y Abinque. Su importancia reside en el hábitat acuícola y rupícola, su fauna y flora con muchas especies endémicas y la estructura geomorfológica del conjunto.