El Tablado, Chimaje, La Puente, La Balandra-Los Picos, Los Barrancos-Santa Lucía, Punta Prieta, Golete, La Caleta y El Espigón. Estos nombres forman el litoral de Agache. Se trata de enclaves en los que se encuentran en torno a 2.000 construcciones de las que 67 están ocupando suelo situado en la franja del dominio público marítimo-terrestre. Esta zona del Sureste de Tenerife precisa de actuaciones en servicios y equipamientos que doten al lugar de las condiciones apropiadas para que su población cuente con la calidad de vida que la equipare con otras áreas del municipio de Güímar.

Ese mensaje data de hace casi una década y hoy sigue vigente. Su problema más grave es la Ley de Costas. Las sucesivas sentencias habidas sobre la afección a muchas de esas construcciones han ido dando tranquilidad a la población. La última, del Tribunal Supremo, alude al carácter urbano del litoral de Agache. "Con la recuperación de dos cuevas, la destrucción de una cimentación y la eliminación de una construcción de dimensiones muy reducidas, la Dirección General de Costas comenzó ayer con los derribos que tiene previstos en el litoral de Agache". Ese texto se corresponde con una notica publicada por EL DÍA el 13 de noviembre de 2009. "Afortunadamente, la cosa parece que se ha tranquilizado, pero la justicia es lenta y muchos estamos a la expectativa". Lo dice José Antonio y lo ratifica Miguel Antonio. "Hay algunos de los pueblos que parecen estar en más dificultades".

Pero no solo es el problema de la Ley de Costas. En Agache los servicios públicos "nunca han estado al nivel que debían". Una canción que se ha interpretado sistemáticamente desde la oposición municipal y desde algunos colectivos vecinales. "Luego llegan al gobierno y si te vi, no me acuerdo", sentencia María Luisa.

La falta de alumbrado público en muchas zonas de la costa agachera, un servicio de recogida de basura más frecuente, atención mediante programas municipales de ocio y tiempo libre, más deportes y colaboración social. Son asuntos en los que coinciden la mayoría de estas poblaciones de la costa güimarera.

El Tablado, por ejemplo, tiene una zona de baño que reclama una adecuación y mejora desde finales del siglo pasado. Ni siquiera el extinto programa Tenerife y el Mar, del Cabildo, terminó de resolver las carencias y dificultades de este espacio. Los accesos a algunos barrios requieren de adecuación, mejora y hasta redefinición de su trazado por la peligrosidad de los mismos. Un ejemplo, la incorporación desde La Caleta a la autopista del Sur.

"Aquí vivimos cada vez más gente. En esta época de crisis, los hijos y los nietos han tenido que venirse a residir en las segundas viviendas de sus padres o de los abuelos", recuerda José Miguel. Admite que el litoral de Agache "lo forman pueblos familiares, pero hay muchas necesidades. Bueno, con un coche lo resolvemos todo". Pero hay mucho por hacer.

Nombre y situación

El litoral de Agache forma parte de una comarca, Agache, que está formada por los núcleos poblacionales de El Escobonal, La Medida, Pájara, Lomo de Mena, El Tablado, La Puente, La Caleta, Punta Prieta, Chimaje y Balandra-Los Picos. Se dice que su extensión es de unos 60 kilómetros cuadrados. Es la franja costera que discurre desde el túnel de Güímar, en la autopista del Sur, hasta el límite con Fasnia, en el Sureste de Tenerife.

Población

Los datos reflejan que sumando la población de cada uno de los nueve núcleos, muy dispares en tamaño, el censo supera los 2.000 habitantes

Reseña

"El litoral de Agache es muy rocoso y casi rectilíneo, sin apenas playas. La actividad turística no ha tenido demasiada fortuna. En los últimos años han ido apareciendo o desarrollándose, con mayor intensidad que en cualquier otra parte de la Isla, varios caseríos o asentamientos, carentes de planificación, donde predomina la segunda residencia de tipo modesto. En Agache, estos núcleos costeros han pasado a reunir una tercera parte de las viviendas disponibles de la comarca, a diferencia de los pagos de las medianías, donde la renovación de las viviendas es escasa", según las reseñas del lugar.

Historia

"A comienzos de los años cincuenta del pasado siglo comenzó el desarrollo del caserío costero de El Tablado, como lugar de veraneo de los vecinos de El Escobonal. Y hacia 1954, por iniciativa del cura párroco de El Escobonal, Octavio Hernández García, se celebró la primera Fiesta de El Tablado y de todo el extenso litoral de Agache. Con este motivo se trasladó a este caserío, a través de la antigua pista de tierra, la pequeña imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. La primera misa se ofició en la terraza de la casa de doña Luisa Yanes y, una vez acabados los festejos, la citada imagen regresó en procesión a su templo parroquial", según escribió Octavio Rodríguez Delgado

Costas y los pleitos

Unos 1.300 propietarios y 4.351 las familias vivieron momentos tensos por la Ley de Costas. Hoy la situación ha mejorado mucho.

LA RADIOGRAFÍA