Después de tantos anuncios, el gobierno local de Güímar entró ayer en las instalaciones de la piscina municipal sustituyendo la cerradura y después de que la Junta de Gobierno aprobara secuestrar el servicio. La acción se produjo en presencia de la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, quien inspeccionó el recinto acompañado de personal del ayuntamiento.

La alcaldesa anunció que a partir de hoy "estará abierta dicha instalación para que los usuarios se inscriban, en horario de 9:00 a 13:00 horas". La fecha de su apertura dependerá de las inspecciones que encargará el consistorio tanto de control de la calidad del agua, como de las instalaciones y la maquinaria, las calderas, la climatización y demás elementos. Una vez concluyan estas se procederá a la apertura de la piscina.

Castro explicó que ya han procedido a la contratación de una empresa externa "que será la encargada de realizar los análisis del agua, pruebas que tardan 15 días, y, una vez estén estas instalaciones preparadas para su uso, serán abiertas al público".

Ayer, nuevamente, la comunicación oficial del gobierno local de Güímar reflejaba que "la empresa concesionaria del servicio se negó a entregar las llaves".

El 9 de septiembre de 2014, Cedaga-Olano Construcciones, empresa concesionaria de la piscina municipal cubierta de Güímar, dejó de prestar el servicio argumentando como causa "la ilegalidad de las instalaciones", lo que provocaba que dicha empresa "se vea sin la cobertura de la póliza de seguros de responsabilidad civil (...) por el incumplimiento del propio ayuntamiento en el plazo para la legalización, circunstancia que fue comunicada por Zurich (la aseguradora) directamente al propio gobierno".

El grupo de gobierno anunció entonces intervendría el servicio y se haría cargo de la instalación "ante el grave incumplimiento de las obligaciones por parte de la empresa concesionaria".

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