En la mañana de ayer se recordó el ancestral sistema de intercambio de productos, y también servicios, entre las bandas sur y norte de la isla, había que pasar La Cumbre y se pasaba, de ida y de vuelta.

Con 1.113 metros sobre el nivel del mar, el Puerto de Erjos supone la línea divisoria entre el norte y el sur de Tenerife; el antiguo Camino Real era la vía de comunicación entre las dos comarcas. En tiempos pretéritos esta vía era utilizada para el intercambio de productos, bien a pie, bien a lomos de bestias mulares; higos pasado o porretos, almendras, "jareas" eran llevados del sur para el norte, y de regreso traían papas, hierbas de huerto, frutas, y demás productos de la huerta norteña. Así también los habitantes del norte hacían lo propio hacia el sur.

Gracias al trabajo y esfuerzo del geógrafo Juan Antonio Jorge Peraza, que cuenta con la organización los ayuntamientos de la Villa de Santiago del Teide, de El Tanque y Garachico, en la mañana de ayer domingo se cumplió la décima edición de esta iniciativa que pretende recuperar -de manera simbólica- la antigua tradición. Así como darla a conocer a las generaciones de la actualidad. Con todo lo que significa en cuanto a la coordinación de más de cien figurantes.

A la hora prevista, las diez de la mañana ya estaban todos en los montes de Garachico, concretamente en el barrio de San Francisco de La Montañeta, junto a la ermita del santo de Asís, para comenzar con una nueva edición.

El pinar y las calles de este núcleo garachiquense fueron testigos, junto a sus vecinos del comienzo de la representación en la que, como en cada edición se intenta cuidar los detalles, para que, esta resulte, lo más fidedigna posible.

Los productos hortofrutícolas en cestas de mimbre a la cabeza, el medianero o peón agrícola, las pescaderas, el colmenero, y un largo etcétera al que hay que añadir la "maestra-escuela" y sus alumnos, una parranda, la Guardia Civil, o un cura y sus beatas.

De las altas medianías del municipio de la Villa y Puerto de Garachico a San José de Los llanos, en el municipio de El Tanque -traslado en guagua- y de nuevo a mostrar su saber hacer cada una de los y las figurantes que encarnan a cada uno de los personajes que en otro tiempo fueron los verdaderos protagonistas.

En el escenario de la plaza de Los Llanos hubo escenificación del trueque, "te cambio un conejo por tres kilos de pescado salado", "Te cambio un garrafón de vinagre por una manilla de plátanos", son ejemplos de lo que allí se representó como símbolo de transacciones de otra época.

Unos personajes peculiares, que cada año acuden a la cita, son las brujas; ataviadas de negro riguroso y de mirada penetrante van largando sahumerios por doquier.

El casco de Santiago del Teide recibió tan particular comitiva hacia el mediodía, realizándose allí una nueva escenificación.

Esta décima edición de El True estaba previsto realizarla el pasado mes de marzo pero por causas de fenómenos meteorológicos adversos se suspendió en su momento y se trasladó a esta fecha más propicia. En boca de algunos participantes se comentaba, "los antiguos vecinos de estos pagos tenían que salir a buscar su sustento aunque el tiempo fuera malo".