Los vecinos de Bajo la Cuesta aseguran que "en el Ayuntamiento de Candelaria no nos dejan ver nada del expediente" relativo al desalojo cautelar de sus viviendas, "ni tenemos constancia de las gestiones que hayan podido hacer para que arreglen el talud ante el Gobierno de Canarias y los dueños de ese suelo". El portavoz del colectivo vecinal, Antonio Oliva, muestra el cansancio y el hastío que empiezan a sentir en este barrio: "No sabemos lo que están haciendo".

A ninguno de los vecinos le ha sido notificado el nuevo expediente de desalojo cautelar de sus viviendas por el grave riesgo de desprendimientos existente en la zona. "Ya en 2010, cuando abrieron el primer expediente, el riesgo era inminente; en junio, cuando el exalcalde ordenó que nos fuéramos de aquí, también se iban a caer las piedras ya; ahora hay otro expediente y dicen que la urgencia es la misma", apunta.

Arropado por otros vecinos del lugar, admite que "haya buena voluntad" por parte de la Administración municipal, "pero no queremos palmadas en la espalda, queremos que quienes tienen que arreglar el talud, sus dueños, lo hagan y lo paguen". La sospecha que traslada el grupo de afectados consultados es que "pretenden que lo paguemos nosotros".

Pero ellos también muestran buena voluntad al anunciar su disposición a abandonar sus casas provisionalmente "cuando nos muestren la solución, veamos que están trabajando para arreglar el talud, que se establece un tiempo prudencial para la obra y que se firma el compromiso de retorno una vez concluyan los trabajos". Mientras, "aquí seguiremos".

De persistir la actitud actual de las autoridades competentes, no descartan la realización de acciones de protesta "contundentes". De momento, son conscientes de que agosto es un mes "de tregua".

Además del sufrimiento personal que está suponiendo a los vecinos de las 53 casas que forman Bajo la Cuesta la incertidumbre sobre el futuro de los inmuebles, "también nos está costando mucho dinero. Mientras nosotros tenemos que hacer frente a todo este proceso con nuestro dinero, ellos asumen los gastos con el de todos".

Hasta el momento, han mantenido dos reuniones con la alcaldesa del municipio, Mari Brito, quien sostiene que la prioridad es la seguridad de los vecinos. De momento, "confiar no es un verbo que podamos conjugar en esta situación".

ANTONIO OLIVA

PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE VECINOS

HERMINIA

VECINA